Michel Barnier puede contar con más de 50 años en la política, pero el nuevo primer ministro de Francia es más conocido, incluso en su Francia natal, como el principal negociador de la UE en los años del Brexit.
Su tarea era representar a la Unión Europea durante las negociaciones con el gobierno del Reino Unido y fue ampliamente elogiado por su atención al detalle y su capacidad para llegar a un consenso.
Nacido en la región montañosa de Saboya en el sureste de Francia en 1951, el Sr. Barnier – un ávido esquiador y excursionista – ha sido un conservador comprometido y patriótico en la tradición del líder francés Charles de Gaulle desde que era adolescente.
Se unió al partido de derecha Unión para la Defensa de la República (UDR) cuando era adolescente. Hasta el día de hoy, todavía pertenece al sucesor de la UDR, Los Republicanos (LR).
El Sr. Barnier no asistió a la École Nationale d’Administration, de la cual provienen muchos de los líderes del país, pero hizo historia cuando, a los 27 años, se convirtió en el diputado más joven jamás elegido.
En 1982 se casó con Isabelle Altmayer, abogada. La pareja tiene tres hijos adultos y ella estaba en el patio de la residencia del primer ministro en el Hôtel Matignon cuando asumió el cargo.
En 1992, el Sr. Barnier se enorgulleció de llevar los Juegos Olímpicos de Invierno a Saboya, un logro que dijo le enseñó sobre trabajar en proyectos grandes que involucran a muchas personas, mientras siempre manteniendo la vista en el premio.
Ingresó a la política al año siguiente y sirvió como ministro de gabinete en varios gobiernos franceses durante varios años. En 2010, se convirtió en comisionado del mercado interno de la UE, uno de los trabajos más codiciados en la Comisión Europea.
Aun así, el Sr. Barnier apuntaba más alto. En 2014, lanzó un intento fallido de convertirse en presidente de la Comisión Europea, perdiendo finalmente ante Jean-Claude Juncker.