Lee tu camino a través de Madrid.

Tengo debilidad por la obra “Luces de Bohemia”, de Ramón María del Valle-Inclán. En ella, pasamos casi 24 horas con el poeta Max Estrella, reflexionando sobre la decadencia de la sociedad española en la década de 1920 (en general, reflexionar sobre la decadencia de la sociedad española en cualquier época es una obsesión de los madrileños). La obra menciona muchos lugares que todavía existen: la chocolatería en San Ginés, el espejo-línea Callejón del Gato. También recomendaría “Barrio de Maravillas”, una novela autobiográfica de Rosa Chacel que tiene lugar en las calles de un Malasaña muy diferente al distrito gentrificado tan querido por los estudiantes (y los turistas) hoy en día. Para seguir conociendo un Madrid muy alejado de las postales, no solo social sino también geográficamente, deberías leer “La trabajadora”, de Elvira Navarro. Es una reflexión sobre la precariedad laboral, especialmente en el campo de la cultura: la protagonista trabaja como autónoma en la industria editorial y apenas sobrevive en el barrio de Aluche.

Almudena Grandes. Su obra, que incluye novelas, cuentos y artículos, es una larga carta de amor a Madrid, y falleció en noviembre de 2021; las fotos de su funeral son conmovedoras, con banderas republicanas mezclándose con sus libros en las manos de miles de lectores. Escribió elocuentemente sobre el pasado reciente de España: la Segunda República, la Guerra Civil y los años de dictadura que siguieron.

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“Las edades de Lulú” es quizás su libro más popular que se ha traducido al inglés, pero prefiero “El corazón helado”, también una novela madrileña, y el inicio de su fase más política.

En cuanto al libro que todos están leyendo, en Madrid, en España, ¡en todo el mundo! se trata de “Mal hábito”, de Alana S Portero, que se publicará en los Estados Unidos por HarperCollins en abril de 2024, en una traducción de Mara Faye Lethem. Cuenta la historia de una mujer transexual de clase trabajadora llena de rabia y belleza, dolor y poesía, que recorre los barrios de Chueca y Malasaña, en el centro de la ciudad, y San Blas, en las afueras. (Por cierto, acabo de darme cuenta de que ella y Almudena Grandes son las únicas dos autoras que he recomendado que nacieron en Madrid, lo que confirma mi teoría).

Aunque no escribió ningún libro sobre Madrid, la ciudad impregnó toda la vida de Federico García Lorca. Se estableció aquí en 1919 y siempre regresaba después de permanencias en América o visitas a su familia en Granada; fue en Madrid donde trabajó en muchos de sus mejores libros. Es fácil rastrear los pasos de Lorca por la ciudad: la Residencia de Estudiantes donde conoció a Luis Buñuel y Salvador Dalí, el Café Gijón donde se reunía su cohorte, la institución cultural Ateneo de Madrid, su última casa en el 96 de la calle de Alcalá (ahora sede de una librería) y las etapas donde se estrenaron sus obras de teatro. Siguiendo esta ruta de Lorca, podrías terminar dejando flores en su estatua en la Plaza de Santa Ana, frente al Teatro Español.

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