Kamala Harris planea gastar $370 millones en publicidad entre principios de septiembre y las elecciones en noviembre, incluyendo lo que su campaña describe como la mayor compra de anuncios digitales en la historia de la política estadounidense. El anuncio del domingo por parte de Harris llega mientras la vicepresidenta intenta traducir la recaudación de $540 millones desde su entrada en la carrera en julio en beneficios en la campaña.
La campaña de Harris dijo que estaban reservando anuncios televisivos por valor de $170 millones entre el 3 de septiembre y el 5 de noviembre a nivel nacional y en estados clave, y otros $200 millones en anuncios digitales, afirmando que estaban “en camino de gastar más en medios de persuasión digital que cualquier organización política alguna vez”
“Estas reservas se centran en inversiones tempranas en los editores y plataformas más buscados como Hulu, Roku, YouTube, Paramount, Spotify y Pandora”, dijo la campaña de Harris el domingo.
Según el rastreador de encuestas nacionales del Financial Times, Harris lidera a Trump por 3.8 puntos porcentuales. La vicepresidenta de EE.UU. también tiene la ventaja en cuatro de los siete estados clave, habiendo beneficiado de un gran aumento en el entusiasmo por su candidatura entre los demócratas en las últimas semanas.
En un memo publicado el domingo, Jen O’Malley Dillon, la directora de la campaña de Harris, dijo que siguen siendo “claros perdedores” en la carrera. Ella pronosticó que los resultados serían tan ajustados como en 2020, cuando el presidente Joe Biden derrotó a Trump por poco en varios estados clave.
La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios sobre sus propias reservas de publicidad entre principios de septiembre y principios de noviembre. Pero la campaña de Harris dijo que estaban actuando temprano para obtener una “ventaja estratégica” en la batalla por el aire y en línea.
Se espera que Harris haga campaña en Pennsylvania y Michigan el lunes durante el feriado del Día del Trabajo en EE.UU., pero gran parte del enfoque público estará en el debate del 10 de septiembre, en el que Trump y Harris siguen en desacuerdo sobre las reglas.
La vicepresidenta insiste en tener micrófonos encendidos durante todo el debate, mientras que Trump quiere mantener los micrófonos silenciados cuando el otro candidato esté hablando, como fue el caso durante el debate a finales de junio entre él y Biden.