Mientras los cohetes y misiles surcaban los cielos de Líbano e Israel el domingo, el momento que la gente de la región temía parecía haber llegado: una guerra total.
Pero muy rápidamente, Israel y la milicia libanesa Hezbollah concluyeron su intercambio, ambos reclamando la victoria y señalando que la lucha, al menos por ahora, había terminado.
Ese resultado ambiguo, sin embargo, reveló algo: Ni Hezbollah ni su patrocinador regional, Irán, han encontrado una mejor manera de responder a los ataques embarazosos de Israel de una manera que pudiera advertir a Israel de otro ataque, pero a la vez no provocar una guerra aún mayor que podría ser devastadora para ellos.
La respuesta de Irán, si es que llega, sigue siendo un desconocido, y Teherán aún podría optar por un curso de acción que los observadores regionales no han predicho. Pero la elección de Hezbollah de mantener un ataque limitado es una opción que algunos expertos regionales creen que puede reflejar planes de Irán, mientras considera cómo saldar su cuenta con Israel.
“Los iraníes siguen dando pistas sobre golpear un objetivo con precisión,” dijo Mohammed Ali Shabani, un analista de Irán y editor de un sitio web regional independiente, Amwaj.media. “La precisión y la proporción son ahora clave para cómo miramos esto.”