Después de tres días de búsqueda en el casco de un velero que se hundió en la costa de Sicilia, buceadores recuperaron el miércoles los cuerpos de dos pasajeros que se creía que habían quedado atrapados en sus camarotes cuando la embarcación se hundió, según funcionarios en Sicilia.
El velero, el Bayesian, con 12 miembros de la tripulación y 10 pasajeros, quedó atrapado en lo que algunos testigos describieron como un tromba marina, básicamente un pequeño tornado en el agua, durante un aguacero repentino y violento en las primeras horas de la mañana del lunes.
La recuperación de los dos cuerpos fue confirmada por Salvatore Cocina, jefe de la agencia de protección civil de Sicilia. Lo que parecía ser una bolsa de cuerpo verde fue levantado de una embarcación en Porticello, Sicilia, el miércoles por la tarde y cargado en una ambulancia esperando mientras un gran grupo de rescatistas esperaba en sus uniformes.
En el muelle, una multitud de reporteros y curiosos observaron en casi completo silencio, mientras una campana de iglesia tocaba en el fondo.
Aunque 15 personas lograron ponerse a salvo y se confirmó la muerte del cocinero del velero, el destino de las otras seis personas restantes, incluido el empresario tecnológico británico Mike Lynch, había sido formalmente no resuelto hasta la actualización del miércoles.
Además de Lynch, las personas restantes que habían sido identificadas como desaparecidas por las autoridades eran su hija Hannah; Jonathan Bloomer, presidente de Morgan Stanley International; su esposa, Judy Bloomer; Christopher J. Morvillo, abogado de Clifford Chance; y su esposa, Neda Morvillo.
Formaban parte de un grupo de personas que celebraban una victoria legal para Lynch, quien fue absuelto en junio de cargos de fraude relacionados con la venta de su empresa, Autonomy, al gigante tecnológico Hewlett-Packard.
El cuerpo del cocinero del velero, Recaldo Thomas, quien tenía ciudadanía canadiense y antiguana, fue recuperado anteriormente del agua, según la agencia de protección civil siciliana.
Los buzos de aguas profundas de los Vigili del Fuoco, el cuerpo de bomberos de Italia, lograron llegar a los cuerpos después de lidiar con lo que Luca Cari, su portavoz, describió como condiciones “muy difíciles”.
El velero se había asentado de lado, a unos 165 pies debajo de la superficie, y los buzos solo podían permanecer bajo el agua por un tiempo limitado. Para complicar el asunto, tenían que navegar a través de mobiliario roto y cables eléctricos que bloqueaban los espacios estrechos dentro del casco.
