Israel comenzó una nueva semana laboral en un estado de profunda incertidumbre el domingo, con el potencial de ataques por parte de Irán y los grupos militantes que ya han causado interrupciones para muchos.
Varias aerolíneas internacionales han suspendido vuelos hacia y desde Israel debido a la posible represalia de Irán y su aliado libanés, Hezbollah. Eso ha dejado a decenas de miles de israelíes sin poder regresar a casa, según un funcionario israelí que pidió no ser nombrado porque no estaba autorizado para discutir el asunto.
Delta, United, el grupo Lufthansa y Aegean Airlines fueron algunas de las que suspendieron los servicios a Israel después del asesinato de un comandante senior de Hezbollah, Fuad Shukr, en un ataque en Beirut el martes, y el asesinato del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán. El miedo es que las respuestas a los asesinatos podrían ser el comienzo de una guerra regional más amplia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel está pidiendo a los ciudadanos que viajan al extranjero que completen una encuesta en línea para ayudar al gobierno a localizar dónde se encuentran e intentar organizar soluciones, incluidos vuelos comerciales alternativos. Se cree que la mayoría de ellos están atascados en Europa y Estados Unidos.
La aerolínea nacional de Israel, El Al, y sus subsidiarias están tratando de agregar más vuelos para trasladar a los israelíes a casa, pero su capacidad para hacerlo es limitada: en pleno verano, con las escuelas cerradas, las aerolíneas israelíes ya estaban operando a plena capacidad.
Muchos israelíes estaban en el extranjero en lo que pensaban que serían unas vacaciones cortas y estarán ansiosos por regresar con sus familias, trabajos y vidas en Israel, a pesar del peligro inminente. Los funcionarios recomendaban que se dirigieran a centros cercanos como Atenas y Chipre, a un vuelo relativamente corto de distancia.
Durante el fin de semana, temiendo una conflagración más amplia, Gran Bretaña, Canadá, Francia y los Estados Unidos estaban entre los países que instaban a sus ciudadanos a abandonar Líbano de inmediato. El embajado estadounidense en Beirut dijo el sábado: “Alentamos a aquellos que deseen irse de Líbano a reservar cualquier boleto disponible”.
Francia también instó a sus ciudadanos en Irán a abandonar el país lo antes posible.
Para Israel, los problemas de viaje se sumaron a la sensación de que ya no tenía el control de su propio destino y no tenía un plan claro para calmar sus muchos conflictos.
Los analistas dijeron que el gobierno israelí estaba esperando para ver cuánto daño podría causar cualquier acción de represalia iraní y de Hezbollah. Solo entonces, dijeron, Israel decidiría la fuerza de cualquier respuesta posterior, y si trabajar para contener la situación o arriesgarse a una escalada que podría convertirse en una guerra regional total.
Casi 10 meses desde el asalto liderado por Hamas en el sur de Israel que provocó la guerra en Gaza, “el predicamento en el que se encuentra Israel está lejos de resolverse”, escribió Amos Harel, analista de asuntos militares para el periódico de izquierda Haaretz, el domingo.
“Las estrategias en las que Irán y sus aliados habían estado trabajando durante años se pusieron en marcha, presentando a Israel desafíos sin precedentes”, escribió, añadiendo que el primer ministro Benjamin Netanyahu “no ha presentado, y mucho menos formulado, una estrategia clara a sus subordinados”.