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La secretaria del Tesoro de los EE.UU., Janet Yellen, fue a Filadelfia el martes para presentar un nuevo sistema gratuito de declaración de impuestos con el gobernador de Pennsylvania Josh Shapiro, un contendiente demócrata a la vicepresidencia. Pero fue su almuerzo de cheesesteak lo que robó el espectáculo.
Yellen, cuyas elecciones culinarias en sus viajes a menudo son noticia, se dirigió a la tienda de sándwiches Jim’s South Street y pareció pasar otra prueba viral en las redes sociales, navegando sin problemas por la complicada política en torno al sándwich emblemático de Filadelfia.
Pensilvania es considerado un estado de batalla crucial para los demócratas en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, y los filadelfianos consideran un rito de paso para los políticos y otros altos funcionarios rendir homenaje al cheesesteak.
Los expertos locales dicen que la elección incorrecta podría traer mala publicidad para los demócratas, incluso si Yellen no se postula para un cargo.
En 2003, el entonces candidato presidencial John Kerry acaparó titulares cuando ordenó un sándwich de cheesesteak con queso suizo, visto como demasiado gourmet, en Pat’s King of Steaks, considerado un desacierto local.
Pero Yellen ordenó el clásico “Wiz Wit” de costilla de ternera picada, salsa de queso Kraft Cheez Whiz y cebollas a la parrilla, una variedad local preferida.
“No es posible ser elegido si no vas a lugares de cheesesteak en Filadelfia y es importante a dónde vas”, dijo Carolyn Wyman, autora de “The Great Philly Cheesesteak Book” y residente de Filadelfia.
“Rastreamos el principio del fin de la búsqueda de la presidencia de John Kerry cuando fue a Pat’s e intentó pedir un cheesesteak con queso suizo. No es una opción”, dijo Wyman.
Las publicaciones de los reporteros sobre la visita de Yellen en X se volvieron virales y recibieron respuestas que aprobaban la elección de Jim’s South Street, que reabrió en mayo después de casi dos años de cierre debido a un incendio.
Yellen evitó un posible contratiempo después del evento del Servicio de Impuestos Internos al saltarse la tienda Tony & Nick’s, antes Tony Luke’s, cuyos dos propietarios fueron sentenciados en enero a penas de prisión de 20 meses por fraude fiscal.
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