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Los restaurantes en algunas ciudades turísticas turcas están medio vacíos en plena temporada turística, ya que muchos locales encuentran más barato vacacionar en Grecia que quedarse y comer en uno de los resorts mundialmente famosos de su propio país.
Los ciudadanos enojados han recurrido a las redes sociales para compartir sus facturas, incluyendo el equivalente a $640 por comida y bebidas para cinco personas en Bodrum y $30 por cinco bolas de helado en Cesme. Mientras tanto, desde las islas griegas del Mediterráneo a pocos kilómetros de distancia, sus compatriotas turcos presumen que están pagando mucho menos que los precios en casa.
“Hay una gran diferencia entre la calidad del servicio y del producto, así como los precios aquí y allá”, dijo Murat Yavuz, un banquero turco jubilado que visita regularmente Grecia. “Los restaurantes aquí han utilizado la inflación como pretexto para subir los precios.”
Los precios de restaurantes y hoteles aumentaron en un promedio del 91% en junio con respecto al año anterior, superando una inflación general ya de por sí alarmante del 71.6%. El sector constituye un tercio de la economía de servicios que el banco central ha destacado como una causa particular de preocupación en su lucha contra los precios descontrolados.
La salida ha sido impulsada por el lanzamiento de un programa de visa rápida en marzo de este año como parte de un esfuerzo diplomático para aliviar las tensiones entre los antiguos rivales. Y los turcos no son los únicos que están acudiendo a las islas griegas. Turistas de todo el mundo han acudido en tan gran número que el país está considerando imponer restricciones a los cruceros.
“Hemos perdido nuestra ventaja de precio”, dijo Kıvanç Meriç, un ejecutivo de la Asociación de Agencias de Viaje de Turquía, en una entrevista con Euronews, citando la “sobrevaluación” de la lira turca. Meriç dijo que espera que hasta 150,000 turcos vayan a la isla griega de Samos este año, frente a unos 40,000 en 2023.
La tasa real efectiva de cambio de la lira, una medida de su valor frente a monedas extranjeras, está en su nivel más alto desde finales de 2021.
Los restaurantes en todo el país están viendo una erosión del poder adquisitivo entre los clientes. Kaplan Ilhan, de 57 años, chef de un restaurante de pescado en la ciudad turística de Kusadasi, dijo que el negocio ha disminuido alrededor del 25% en comparación con la temporada pasada. “El costo de vida es un factor, pero los rumores en redes sociales sobre la mayor baratura en Grecia también juegan un papel importante”, dijo.
La cadena de restaurantes informales Big Chefs, con 128 sucursales, ha visto un aumento en el número total de clientes “ya que el segmento alto se está trasladando a nosotros”, dijo la presidenta Gamze Cizreli. “Pero estamos observando una disminución en el gasto por persona.” La empresa está reduciendo costos para hacer frente a la disminución, incluyendo la producción de su propia electricidad, agregó.
“Con tasas de interés del 50% e inflación por encima del 70%, la gente está en shock”, dijo Barış Tansever, fundador del exclusivo Sunset Grill & Bar en Estambul, quien dice que el negocio está un cuarto por debajo en comparación con el año pasado.
Los precios ahora están fuera del alcance de la clase ejecutiva a la que apuntaba atraer cuando abrió su restaurante en 1994, dijo Tansever.
“Todos estamos empobreciendo.”
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