Los Estados Unidos planean autorizar parte de un envío de armas a Israel que habían retenido en la primavera debido a preocupaciones sobre las bajas civiles en Gaza, dijo un oficial estadounidense el jueves.
El oficial, que prefirió no ser nombrado debido a la sensibilidad del tema, dijo que Estados Unidos enviaría 1,700 bombas de 500 libras que se habían retenido porque eran parte de un envío que también incluía 1,800 bombas de 2,000 libras, que el país ha optado por no enviar a Israel.
El presidente Biden detuvo el envío en la primavera para evitar que las armas fabricadas en EE. UU. fueran utilizadas en el asalto de Israel a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza. Fue la primera vez que el Sr. Biden intentó influir en el enfoque de Israel hacia la guerra al utilizar su poder para restringir armas.
Estados Unidos continuará reteniendo las bombas de 2,000 libras debido a preocupaciones sobre las muertes o lesiones civiles que podrían causar en Gaza, dijo el oficial. Una investigación del New York Times en diciembre encontró que las bombas de 2,000 libras estadounidenses fueron responsables de algunos de los peores daños a civiles palestinos desde que comenzó la guerra en Gaza después de que Hamas atacó a Israel el 7 de octubre.
La noticia de que parte del envío sería liberado fue reportada anteriormente por The Wall Street Journal y Axios.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aludió a la decisión estadounidense sobre las bombas el jueves en un comunicado de su oficina que resumió una reunión con Brett McGurk, el principal funcionario de la Casa Blanca para asuntos de Medio Oriente. Durante su reunión el miércoles en Tel Aviv, el Sr. McGurk actualizó al Sr. Gallant “sobre la entrega de municiones críticas, algunas de las cuales se enviarán a Israel en los próximos días”, dijo el comunicado.
Cuando el Sr. Biden detuvo el envío, había estado bajo presión para limitar o detener todos los envíos de armas a Israel, algo que se había negado a hacer debido a su fuerte apoyo al esfuerzo por destruir a Hamas.
En las primeras dos semanas de la guerra, aproximadamente el 90 por ciento de las municiones que Israel lanzó en Gaza fueron bombas guiadas por satélite de 1,000 a 2,000 libras, según un alto oficial militar estadounidense. El resto eran bombas de 250 libras de diámetro pequeño.
Los analistas señalan que aunque las bombas más pequeñas tienen menos poder explosivo que las bombas de 2,000 libras, aún pueden causar lesiones y muertes significativas, especialmente en áreas con poca protección, como campamentos de tiendas.
El GBU-39 de 250 libras, también fabricado en Estados Unidos, se ha convertido cada vez más en el arma preferida por el ejército israelí. Dos de ellas se utilizaron en un ataque mortal a un campamento de tiendas en Rafah el 26 de mayo que las autoridades de salud de Gaza informaron que mató a 45 personas.