Beryl comenzó a azotar la costa de Texas con lluvias y vientos intensos el domingo mientras los residentes tapiaban ventanas, abandonaban las ciudades costeras bajo órdenes de evacuación y se preparaban para la potente tormenta que ya ha dejado un rastro mortal en partes de México y el Caribe.
Beryl permaneció como tormenta tropical durante el domingo por la noche mientras avanzaba hacia la costa central de Texas, pero se esperaba que recuperara la fuerza de huracán en las cálidas aguas del Golfo de México antes de tocar tierra temprano el lunes, informó el Centro Nacional de Huracanes. Se proyectaba que la tormenta tocaría tierra alrededor de la Bahía de Matagorda, un área unas 100 millas (161 kilómetros) al sur de Houston.
Los vientos de tormenta tropical se extendían 115 millas (185 kilómetros) desde el centro, y el centro de huracanes advirtió a los residentes que se prepararan para posibles inundaciones repentinas en partes del centro, norte y este de Texas, así como Arkansas, a medida que la tormenta gira gradualmente hacia el norte y luego hacia el noreste el lunes.
Los funcionarios de Texas advirtieron que la tormenta causaría cortes de energía e inundaciones, pero también expresaron preocupación de que no suficientes residentes costeros y vacacionistas de playa en el camino de Beryl estaban haciendo caso a las advertencias de evacuación.
“Una de las cosas que despiertan nuestra preocupación un poco, es que hemos observado todas las carreteras que llevan lejos de la costa y los mapas siguen siendo verdes,” dijo el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien está sirviendo como gobernador interino del estado mientras el gobernador Greg Abbott está de viaje en el extranjero. “Así que no vemos a mucha gente marchándose.”
En la costa de Texas, muchos residentes y dueños de negocios tomaron las precauciones típicas para tormentas, pero también expresaron incertidumbre sobre la intensidad de la tormenta.
En Port Lavaca, Jimmy May aseguró con tablas las ventanas de su empresa de suministro eléctrico y dijo que no le preocupaba la posible marejada. Recordó que su negocio había escapado de inundaciones en un huracán anterior que trajo una marejada de 20 pies (6 metros).
“En la ciudad, ya sabes, si estás en áreas de baja altitud, obviamente, necesitas salir de ahí,” dijo.
En el puerto deportivo cercano, Percy Roberts mostró a su vecino Ken Waller cómo asegurar correctamente su barco mientras los fuertes vientos llegaban desde la bahía el domingo por la tarde.
“Este va a ser en realidad el primer huracán que voy a experimentar,” dijo Waller, notando que está un poco nervioso pero se siente seguro siguiendo el ejemplo de Roberts. “Rezar por lo mejor pero esperar lo peor, supongo.”
Más al sur en Freeport, Mark Richardson, un jubilado de 64 años, dijo que los propietarios de viviendas estaban ocupados “tratando de amarrar todo” y preocupados de que Beryl tuviera a la gente indecisa sobre dónde a lo largo de la costa de Texas tocaría tierra. Pasó la mañana del domingo en la playa y dijo que las olas del océano estaban subiendo rápidamente.
“El océano se está poniendo muy salvaje, muy rápido,” dijo.
La tormenta más temprana en convertirse en un huracán Categoría 5 en el Atlántico, Beryl causó al menos 11 muertes a su paso por el Caribe en su camino hacia Texas. La tormenta desgarró puertas, ventanas y techos con vientos devastadores y marejadas causadas por el calor récord del Atlántico.
Tres veces en su semana de vida, Beryl aumentó 35 mph (56 kph) en velocidad del viento en 24 horas o menos, la definición de servicio meteorológico oficial de intensificación rápida.
El crecimiento explosivo de Beryl en una tormenta temprana sin precedentes muestra las aguas literalmente calientes del Atlántico y el Caribe, y lo que pueden esperar el cinturón de huracanes del Atlántico para el resto de la temporada de tormentas, dijeron los expertos.
Los funcionarios de Texas advirtieron a las personas a lo largo de toda la costa que se preparen para posibles inundaciones, fuertes lluvias y vientos. La advertencia de huracán se extendía desde la Bahía de Baffin, al sur de Corpus Christi, hasta Sargent, al sur de Houston.
Beryl acechaba como otro posible evento de fuertes lluvias para Houston, donde las tormentas en los últimos meses han dejado sin energía a la cuarta ciudad más grande del país y han inundado vecindarios. Hubo una alerta de inundación repentina en vigor para una amplia franja de la costa de Texas, donde se esperaba que Beryl arrojara hasta 10 pulgadas (25 centímetros) de lluvia en algunas áreas.
Se pronosticaron posibles marejadas de entre 4 y 7 pies (1.22 y 2.13 metros) sobre el nivel del suelo alrededor de Matagorda. Las advertencias se extendieron a las mismas áreas costeras donde el huracán Harvey tocó tierra en 2017 como un huracán Categoría 4, mucho más poderoso que la intensidad esperada de Beryl para cuando la tormenta alcance la tierra.
Aquellos que buscan tomar un vuelo fuera de la zona podrían encontrar que esa opción es prácticamente imposible a medida que Beryl se acercaba. Cientos de vuelos desde los dos principales aeropuertos comerciales de Houston habían sido retrasados para media tarde del domingo y docenas más cancelados, según datos de FlightAware.
En Corpus Christi, los funcionarios pidieron a los visitantes que acortaran sus viajes y regresaran a casa temprano si era posible. Se aconsejó a los residentes asegurar sus hogares tapiando ventanas si es necesario y utilizando sacos de arena para protegerse contra posibles inundaciones.
La Casa Blanca dijo el domingo que la Agencia Federal de Gestión de Emergencias había enviado equipos de respuesta de emergencia, equipos de búsqueda y rescate, agua embotellada y otros recursos a lo largo de la costa.
Varios condados costeros solicitaron evacuaciones voluntarias en áreas de baja altitud propensas a inundaciones. Los funcionarios locales también prohibieron acampar en la playa y instaron a los turistas que viajaban durante el fin de semana del Día de la Independencia a trasladar vehículos recreativos de parques costeros.
Beryl golpeó anteriormente México como un huracán Categoría 2, derribando árboles pero sin causar heridos o muertes antes de debilitarse a tormenta tropical mientras se movía a través de la península de Yucatán.
Antes de golpear a México, Beryl causó destrucción en Jamaica, San Vicente y las Granadinas y Barbados. Tres personas murieron en Granada, tres en San Vicente y las Granadinas, tres en Venezuela y dos en Jamaica.
Beryl sería el décimo huracán en golpear Texas en julio desde 1851 y el cuarto en los últimos 25 años, según el investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado, Phil Klotzbach.