Su proyecto de fútbol ha agregado una nueva capa histórica a Hungría, donde los bloques de torres de la era comunista, los majestuosos edificios austrohúngaros y los baños otomanos revelan un pasado tumultuoso. Si bien el Pancho Arena es lo más cercano a su corazón, el estadio nacional en Budapest es el ejemplo más grande de su adopción del fútbol y del gobierno. Similar en tamaño y diseño a la Allianz Arena del Bayern Munich, pero construido a tres veces el costo, se encuentra en el antiguo sitio del frágil e histórico Nepstadion. En un amistoso 1-0 contra Estonia en marzo de 2023, el momento más dramático llegó cuando una sola frase se repetía a través del sistema de sonido: “Abajo con Trianon, abajo con Trianon”. El Tratado de Trianon fue el acuerdo que redujo el tamaño de Hungría en dos tercios en 1920. A pesar de que millones de húngaros étnicos aún residen en la Gran Hungría anterior a Trianon, el territorio imperial que existía antes de la derrota de Austria-Hungría en la Primera Guerra Mundial. El anunciador del estadio solo seguía el ejemplo de Orban. Cuatro meses antes, el primer ministro había publicado un video felicitando al extremo Balazs Dzsudzsak por su retiro del servicio internacional. Alrededor del cuello de Orban había una bufanda con la imagen de la Gran Hungría. Ucrania, invadida por Rusia ese mismo año, convocó al embajador de Hungría para explicar otra aparente reclamación de su territorio. Rumania, que tomó posesión de Transilvania en 1920 y aún alberga a 1,2 millones de húngaros étnicos, expresó “firme desaprobación” por el gesto de Orban. Sin embargo, para muchos fanáticos húngaros, esto tocó una profunda sensación de injusticia histórica. Mientras el sistema de sonido denunciaba la pérdida de los antiguos territorios húngaros, y la guerra se libraba en la frontera de Ucrania donde residen unos 200.000 húngaros étnicos, no se veía sorpresa discernible entre la multitud, tan borrosas se han vuelto las líneas entre el fútbol y la política nacionalista incendiaria en la Hungría de Orban. “La esencia del fútbol es como la esencia de la política”, dijo Orban, quien ha sido la voz pro-rusa más prominente en la Unión Europea. “Porque la pregunta no es dónde está la pelota ahora – todos pueden ver dónde está la pelota ahora – sino dónde estará la pelota… Si entiendes antes que otros lo que va a pasar, puedes reaccionar primero y puedes ganar”.
