Los monos macacos se llevaron mejor con los demás en sus grupos sociales después de un devastador huracán, según investigadores. Los investigadores estudiaron los impactos de un huracán en una población de macacos Rhesus en una isla frente a Puerto Rico. Las temperaturas suelen estar alrededor de 40C, por lo que la sombra es un recurso precioso para los macacos, ya que la cobertura arbórea aún está muy por debajo de los niveles previos al huracán. Los macacos, conocidos por ser agresivos y competitivos, se han vuelto más tolerantes entre sí para acceder a la escasa sombra. “Hace mucho calor, no es solo incómodo, sino realmente peligroso para la salud si no logras bajar tu temperatura corporal”, comentó la Dra. Camille Testard, una investigadora postdoctoral de neurociencia en Harvard. En 2017, el huracán María golpeó a Puerto Rico, matando a más de 3,000 personas y destruyendo el 63% de la vegetación en Cayo Santiago. La isla también es conocida como Isla Mono y es hogar de los macacos estudiados por los investigadores. El estudio, liderado por las universidades de Pensilvania y Exeter y publicado en la revista Science, encontró que el daño causado por la tormenta cambió los beneficios evolutivos de compartir sombra y tolerar a los demás. “Esperábamos que después del desastre en un paisaje más competitivo con menos recursos de sombra, podrías tener quizás más agresión. Pero en realidad, eso no es lo que encontramos. Encontramos el patrón opuesto”, dijo la Dra. Testard. Usando datos recopilados antes y después del huracán, los investigadores examinaron la fuerza y cantidad de lazos sociales entre los macacos. Ya sea alimento o sombra, los macacos no son conocidos por ser muy buenos compartiendo recursos. Debido a la tolerancia aumentada, más macacos pudieron acceder a la escasa sombra, que es crucial para su supervivencia. “Todavía hay competencia dentro de los grupos como lo era antes, pero las reglas del juego han cambiado desde entonces. Lo que realmente parece ser importante son los riesgos de no vivir, el calor, el estrés y el acceso a la sombra”, dijo la profesora Lauren Brent, de la Universidad de Exeter. Los investigadores descubrieron que la mayor tolerancia de los macacos se reflejó en otros aspectos de sus vidas diarias. Los macacos que habían estado compartiendo sombra también pasaban tiempo juntos por las mañanas, antes de que el calor los obligara a buscar sombra. En efecto, el huracán cambió las reglas del juego en la sociedad de los monos.