Los estrategas del Grupo Goldman Sachs Inc. han aumentado su objetivo de fin de año para el índice S&P 500 por tercera vez, reflejando la perspectiva optimista de Wall Street sobre el crecimiento de los ingresos y la economía de EE.UU.
Los estrategas de acciones del banco, liderados por David Kostin, ahora ven que el índice de referencia de acciones de EE.UU. finalizará el año en 5.600, frente a un nivel de 5.200 que predijeron en febrero. El nuevo objetivo implica un avance de aproximadamente 3% en el índice desde su cierre del viernes.
El nuevo objetivo de Goldman se equipara con el de Jonathan Golub de UBS Group AG y Brian Belski de BMO Capital Markets como los más altos de Wall Street.
La actualización del objetivo se debe a “revisiones de ingresos negativas más suaves que el promedio y un múltiplo P/E de valor justo más alto”, escribió Kostin, el principal estratega de acciones en EE.UU. de la firma, en una nota a los clientes el viernes.
La actualización llega un mes después de que Kostin reiterara el objetivo de 5.200 de la firma, afirmando que no había más margen para un alza en el índice de 500 miembros hasta diciembre. Los estrategas de la firma presentaron por primera vez su objetivo para 2024 en noviembre, antes de aumentarlo en diciembre y nuevamente en febrero. El S&P 500 cerró en 5.431,60 el viernes.
Mientras que los estrategas de la firma mantuvieron su pronóstico de ganancias por acción para 2024 y 2025, señalaron que el sólido crecimiento de las ganancias de las cinco principales acciones tecnológicas de megacap ha compensado el “patrón típico de revisiones negativas a las estimaciones de consenso de EPS”. Kostin también elevó el múltiplo precio-ganancias del S&P 500 que considera justo a 20,4 desde 19,5.
Kostin analizó varios escenarios en los que las acciones pueden subir aún más que su pronóstico base. Si las ganancias se extienden y elevan el índice de igual peso S&P 500, el principal índice ponderado por capitalización podría subir otro 9% a 5.900 antes de que termine 2024. En su caso más optimista, si la “excepcionalidad” de los megacapitales persiste, el índice podría dispararse a 6.300 para fin de año.
Por otro lado, si las estimaciones de ganancias resultan demasiado optimistas o vuelven a surgir temores de recesión entre los inversores, el S&P 500 podría experimentar una corrección de alrededor del 13% y caer a 4.700.
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