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Los líderes del G7 han emitido su advertencia más contundente hasta ahora a China por su apoyo a Rusia, atacando a Beijing por “habilitar” la guerra de Rusia en Ucrania, y amenazaron con más sanciones si Beijing continúa transfiriendo material utilizado por la industria de defensa de Moscú.
La declaración conjunta al final de su cumbre en Italia incluyó una postura mucho más dura hacia China que en el pasado, exponiendo la frustración creciente tanto en los Estados Unidos como en Europa con el apoyo crítico de Beijing a Rusia durante la guerra en Ucrania.
“El continuo apoyo de China a la base industrial de defensa de Rusia está permitiendo que Rusia mantenga su guerra ilegal en Ucrania y tiene implicaciones de seguridad significativas y generalizadas,” dijeron los líderes del G7 en una declaración conjunta.
“Pedimos a China que cese la transferencia de materiales de uso dual, incluidos componentes y equipos de armas, que son insumos para el sector de defensa de Rusia.”
Estados Unidos ha presionado durante mucho tiempo a sus socios europeos en el G7 – la UE, Francia, Alemania e Italia, así como el Reino Unido – para que se adhieran más estrechamente a su enfoque más agresivo hacia China, argumentando que el papel del país en apuntalar el régimen del presidente Vladimir Putin mientras libra una guerra contra Ucrania significa que Beijing ha elegido estar del lado de Rusia contra el oeste.
Un funcionario de Estados Unidos dijo el viernes que el respaldo de China a Rusia representa “una amenaza a largo plazo para la seguridad de Europa y preocupa a todos los miembros del G7”.
Esa visión ahora es cada vez más compartida dentro del grupo. El viernes, las principales economías avanzadas del mundo también dijeron que estaban dispuestas a tomar nuevas medidas para castigar financieramente a China, incluidas sanciones. Estados Unidos y la UE ya han impuesto sanciones a empresas chinas que, según ellos, han ayudado a Rusia a importar bienes prohibidos bajo embargos occidentales.
“Continuaremos tomando medidas contra actores en China y terceros países que apoyen materialmente la maquinaria de guerra de Rusia, incluidas instituciones financieras, de acuerdo con nuestros sistemas legales,” dijeron.
Según una persona familiarizada con las conversaciones, los debates sobre China incluyeron “un lenguaje fuerte” sobre el apoyo de Beijing a Rusia y su papel en ayudar a Moscú a eludir las sanciones occidentales.
Eso se sumó a lo que la persona dijo que era “una voluntad de actuar contra la cooperación ruso-iraní, incluidos equipos militares y conocimientos de campo de batalla”.
Una segunda persona familiarizada con las conversaciones dijo: “La era de la ingenuidad hacia Beijing definitivamente ha terminado y China es la culpable de eso, sinceramente.”
Además de las preocupaciones sobre los lazos de China con Rusia, el G7 también está volviéndose más confrontativo en cuanto a las políticas económicas de Beijing.
Las conversaciones se producen días después de que la UE anunciara nuevos aranceles a fabricantes de automóviles eléctricos chinos, a los que acusa de beneficiarse de subsidios injustos, y después de que Estados Unidos impusiera nuevos gravámenes a productos de energía limpia y otras importaciones de China el mes pasado.
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Los líderes del G7 dirán que están listos para hacer más para combatir lo que consideran políticas que llevan a “efectos colaterales globales, distorsiones de mercado y exceso de capacidad perjudicial en un creciente número de sectores”.
“Continuaremos tomando medidas, según sea necesario y apropiado, para proteger a nuestros trabajadores y empresas de prácticas injustas, nivelar el campo de juego y remediar el daño continuo,” dirá la declaración.
Sin embargo, no hay una armonía completa dentro del G7 sobre cómo responder en el frente económico.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dijo a sus colegas del G7 el viernes que deberían acordar “seguir el principio de ‘no hacerse daño’ mutuamente” al tomar contramedidas, según una persona informada sobre sus comentarios preparados. “Deberíamos ser conscientes de que las medidas que cualquiera de nosotros introduce no tengan efectos negativos en los demás, incluidos los no deseados,” dijo.
“China está en todas partes en el G7, siendo honestos,” dijo un alto funcionario de la UE. “La pregunta que tenemos es cómo calibrar nuestras acciones para responder.”
Los medios estatales chinos atacaron la cumbre, con la agencia de noticias gubernamental Xinhua señalando protestas en Brindisi, una ciudad a 60km del lugar, por problemas ambientales y la guerra entre Israel y Hamas en Gaza.
El tabloide nacionalista respaldado por el estado Global Times trató de retratar a Estados Unidos como manipulando a sus aliados del G7 en Europa para que tomen medidas contra Rusia y se vuelvan en contra de China en temas como Ucrania y el exceso de capacidad industrial.
Pero el Global Times dijo que algunos países europeos tienen fuertes relaciones comerciales con China y están ansiosos por evitar una guerra comercial.
“En medio de conflictos internos y políticas inconsistentes, ya es un desafío para los países del G7 encontrar su propia dirección, y mucho menos establecer ‘reglas’ para el mundo,” dijo.
Reporte adicional de Joe Leahy en Beijing
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