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La condena de Hunter Biden el martes por cargos federales de armas, después de días de testimonios sórdidos sobre sus hábitos de drogas, marca otro giro trágico en la historia familiar de Joe Biden.
Pero también llega en un momento frágil para el presidente demócrata mientras compite por alcanzar a su rival republicano en la carrera por la Casa Blanca de este año, Donald Trump, quien también es ahora un delincuente convicto.
Los signos iniciales sugieren que los votantes están renuentes a dejar que alguna de las condenas decida su elección presidencial, incluso mientras ambos partidos intentan capitalizar los veredictos o minimizarlos.
“En la medida en que Biden tiene problemas, y por supuesto tiene muchos, creo que tiene mucho más que ver con su edad, percepciones de su desempeño e inflación”, dijo Kyle Kondik del Centro de Política de la Universidad de Virginia.
Una encuesta de Emerson College realizada la semana pasada antes de la condena de Hunter Biden encontró que casi dos tercios de votantes estadounidenses dijeron que su juicio no influiría en su voto en noviembre. Apenas una cuarta parte, en su mayoría republicanos, dijo que los haría menos propensos a respaldar al presidente.
Los demócratas han intentado presentar los problemas legales de Hunter Biden como un asunto privado, derivado del traumático periodo posterior a la muerte por cáncer en 2015 de Beau Biden, el hermano mayor de Hunter. Las luchas de Hunter Biden con la adicción han proyectado durante mucho tiempo una sombra sobre la presidencia de Joe Biden, incluso durante su anterior candidatura a la Casa Blanca en 2020.
Muchos votantes volverían a ver el veredicto como un “asunto familiar”, dijo la estratega demócrata Mary Anne Marsh. “La mayoría de la gente tiene miembros de su familia, extensos o de otra manera, que han experimentado adicción a las drogas u otras adicciones”.
El presidente ha mostrado una figura de padre dolido en días recientes, destacando la compasión por su hijo — quien ahora enfrenta 25 años de prisión y una multa de hasta $750,000, incluso antes de comparecer en un juicio separado por cargos fiscales en septiembre, justo dos meses antes del día de las elecciones.
“Soy el presidente, pero también soy un padre. Jill y yo amamos a nuestro hijo, y estamos tan orgullosos del hombre que es hoy”, dijo Biden el martes después del veredicto. Horas después, el presidente dejó Washington para Delaware, donde fue recibido en una pista por Hunter Biden, su esposa Melissa Cohen Biden, y su hijo pequeño Beau Biden.
Los votantes estadounidenses a menudo han mostrado simpatía hacia los problemáticos miembros de sus líderes, incluido el hermano de Bill Clinton, Roger, y el hermano de Jimmy Carter, Billy. Incluso Trump ha mostrado recientemente un grado de simpatía por los problemas de adicción de Hunter Biden.
“Tuve un hermano que sufrió enormemente por el alcoholismo y el alcohol y fue terrible verlo”, dijo Trump a Sean Hannity de Fox News la semana pasada, refiriéndose a su difunto hermano, Fred Trump. “Era un tipo increíble con la mejor personalidad. Era la persona mejor parecida que alguna vez hayas visto. Todo era perfecto. Pero tenía una adicción. Así que entiendo la adicción”.
Sin embargo, Trump y sus aliados republicanos sugirieron que Hunter Biden recibió un trato fácil de los fiscales. Los republicanos en el Congreso han estado investigando durante mucho tiempo los negocios de Hunter Biden, en investigaciones que han producido pocas revelaciones significativas.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa nacional de la campaña de Trump, dijo que el veredicto de Hunter Biden era “nada más que una distracción de los verdaderos crímenes de la familia del crimen Biden”, y repitió las afirmaciones de Trump de que Joe Biden y sus familiares habían vendido el acceso al gobierno para “beneficio personal”.
Los demócratas han señalado el contraste entre Joe Biden — quien ha dicho que respetará la decisión del tribunal de Delaware y no usará su poder para perdonar a su hijo — y Trump, quien afirma ser víctima de persecución política y juró buscar represalias si se le dieran otros cuatro años en la Casa Blanca.
La condena de Hunter Biden fue asegurada por un fiscal especial designado por el propio Departamento de Justicia de Biden.
Pero los republicanos han desestimado las sugerencias de que la condena de Hunter Biden socava la afirmación de Trump de que los demócratas están utilizando el poder judicial en su contra.
“Cada caso es diferente, y claramente la evidencia era abrumadora aquí”, dijo el líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a CNN el martes, refiriéndose a la condena de Hunter Biden. “No creo que sea el caso en los juicios de Trump”.
Johnson fue uno de los aliados de Trump que se apresuró a estar al lado del ex presidente durante su juicio en Nueva York sobre pagos para asegurar el silencio de una estrella porno. Trump enfrenta varios otros cargos criminales.
Trump sigue liderando a Biden en la mayoría de las encuestas nacionales y estatales de estados disputados, incluso en medio de su condena criminal el mes pasado, aunque su ventaja se ha reducido ligeramente.
Una encuesta de NPR/PBS Marist realizada poco antes del veredicto de Trump encontró que poco más de dos tercios de los votantes dijeron que una condena no afectaría su voto.
Los problemas legales se han convertido en un problema sin precedentes en lo que ya es una campaña electoral extraordinaria en Estados Unidos. Pero los votantes parecen estar en gran medida inmóviles.
Kondik de la Universidad de Virginia dijo: “Uno de los candidatos presidenciales fue condenado y el cambio en las encuestas fue leve, o no hubo cambio”.
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