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Cuando las personas visitan la romántica París este verano, lo último que quieren pensar es en la posibilidad de contraer fiebre del dengue.
La enfermedad transmitida por mosquitos ha estado aumentando en Francia durante varios meses debido a las temperaturas más cálidas.
El momento no es ideal: es un gran verano para el país, ya que albergará los Juegos Olímpicos a finales de julio, lo que promete atraer a millones de visitantes además de la multitud turística habitual.
Por lo tanto, Francia ha puesto a sus “detectives del dengue” a trabajar. Rastrearán los puntos calientes de la enfermedad, buscarán huevos de mosquito y ayudarán a frenar la propagación del virus en las ciudades francesas.
“Es cierto que los Juegos Olímpicos son un momento crítico”, dijo Cécile Somarriba, directora de monitoreo de salud y seguridad de la Agencia Regional de Salud (ARS) de Greater Paris, a The Telegraph. “Estamos priorizando nuestra vigilancia en lugares que albergarán grandes concentraciones. Ahí es donde el riesgo de transmisión es más alto”.
La ARS lanzó una campaña para vigilar el número de mosquitos en París y sus suburbios desplegando 526 trampas de anidación que se enviarán para su análisis cada mes.
Los llamados detectives están combatiendo al Aedes albopictus, también conocido como el mosquito tigre asiático, que prospera en las condiciones que las ciudades como París ofrecen en verano: una mezcla de clima cálido y húmedo, con mucha gente entrando y saliendo.
Con los Juegos Olímpicos de París a la vuelta de la esquina y se espera que reciba a más de 15 millones de visitantes, las autoridades están aumentando los controles en “zonas para aficionados” donde visitantes de todo el mundo podrían reunirse, como aeropuertos.
Los síntomas del dengue incluyen fiebre alta, dolores de cabeza y náuseas. Las infecciones graves pueden resultar en muertes, aunque son raras si se detectan a tiempo.
La alta alerta en torno a los casos de dengue llega apenas meses después de que Francia se enfrentara a una masiva infestación de chinches en las redes de transporte público de París. En ese momento, el país se estaba preparando para albergar la Copa del Mundo de Rugby, lo que añadió presión a la autoridad de transporte francés para eliminar rápidamente las plagas.
El año pasado, la empresa de análisis de datos Airfinity advirtió de un aumento de 50 veces en los casos de dengue transmitidos localmente en Francia para 2030, gracias al calentamiento global.
La amenaza de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue ha aumentado en los últimos meses, alcanzando su punto máximo a finales de abril.
A principios de este año, los funcionarios de salud franceses advirtieron sobre el riesgo de casos importados de dengue, ya que el número de casos en las Américas había aumentado considerablemente.
Aunque es difícil erradicar por completo el virus, dada la enorme afluencia de visitantes, hay maneras de controlar la propagación.
Para monitorear la situación, las autoridades sanitarias han establecido un sitio web y están llamando a hoteles, escuelas y otros lugares para informar y detectar posibles brotes tempranamente. En algunos lugares de los Juegos Olímpicos, están instalando trampas que emiten olores similares a los humanos diseñados para atraer mosquitos.
También se alienta a los parisinos a no dejar que el agua estancada se acumule en sus jardines para que los mosquitos no se reproduzcan.
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