Misión Chang’e-6 de China a punto de intentar aterrizar en el lado lejano de la Luna.

Una nave espacial lanzada desde China en mayo se está preparando para aterrizar en el lado lejano de la Luna, un lugar inexplorado al que casi nadie intenta ir.
La misión Chang’e 6 tiene como objetivo recolectar rocas y suelo valiosos de esta región por primera vez en la historia.
La sonda podría extraer algunas de las rocas más antiguas de la Luna de un gran cráter en su Polo Sur.
Pero el aterrizaje está lleno de riesgos, porque es muy difícil comunicarse con las naves espaciales una vez que llegan al lado lejano de la Luna.
Desde su lanzamiento desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang el 3 de mayo, la nave espacial Chang’e 6 ha estado orbitando la Luna esperando aterrizar.
El domingo, el componente de aterrizaje de la misión se separará del orbitador e intentará aterrizar en el lado de la Luna que mira permanentemente lejos de la Tierra.
Si tiene éxito, debería pasar hasta tres días recogiendo materiales de la superficie.
“Todos están muy emocionados de que podríamos ver estas rocas que nadie ha visto nunca antes”, explica John Pernet-Fisher, especialista en geología lunar en la Universidad de Manchester.
Ha analizado otras rocas lunares traídas de vuelta en la misión Apollo de Estados Unidos y en misiones chinas anteriores.
Pero dice que la oportunidad de analizar rocas de una zona completamente diferente de la Luna podría responder preguntas fundamentales sobre cómo se forman los planetas.
La mayoría de las rocas recolectadas hasta ahora son volcánicas, similares a las que podríamos encontrar en Islandia o Hawai.
Pero el material en el lado lejano tendría una química diferente.

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