Las demandas por daños causados por PFAS podrían superar al asbesto, advierten abogados de la industria.

El abogado defensor no se anduvo con rodeos al dirigirse a una sala llena de ejecutivos de la industria del plástico. Prepárense para una ola de demandas con costos potencialmente “astronómicos”. Hablando en una conferencia a principios de este año, el abogado Brian Gross dijo que la próxima litigación podría “dwarf anything related to asbestos”, una de las batallas de responsabilidad corporativa más extendidas en la historia de Estados Unidos.

El Sr. Gross se refería al PFAS, los “productos químicos para siempre” que han surgido como uno de los principales problemas de contaminación de nuestro tiempo. Utilizados durante décadas en innumerables objetos cotidianos, como cosméticos, envases para llevar, sartenes, el PFAS ha sido relacionado con riesgos graves para la salud, incluido el cáncer. El mes pasado, el gobierno federal dijo que varios tipos de PFAS deben ser eliminados del agua potable de cientos de millones de estadounidenses.

“Hagan lo que puedan, mientras puedan, antes de ser demandados”, dijo el Sr. Gross en la sesión de febrero, según una grabación del evento hecha por un participante y examinada por The New York Times. “Revisen cualquier material de marketing u otras comunicaciones que hayan tenido con sus clientes, con sus proveedores. Vean si hay algo en esos documentos que sea problemático para su defensa”, dijo. “Eliminen a personas y encuentren al testigo adecuado para representar a su empresa”.

Un portavoz del empleador del Sr. Gross, MG+M The Law Firm, que defiende a empresas en litigios de alto riesgo, no respondió a preguntas sobre los comentarios del Sr. Gross y dijo que no estaba disponible para discutirlos.

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Un amplio sector de las industrias química, plástica y relacionadas se están preparando para luchar contra una oleada de litigios relacionados con el PFAS o per- y polifluoroalquilo, una clase de casi 15,000 productos químicos sintéticos versátiles ligados a problemas serios de salud.

Los productos químicos PFAS, abreviatura de per- y polifluoroalquilos, han sido detectados en casi todos los lugares donde los científicos han buscado: en agua potable, en la lluvia que cae sobre los Grandes Lagos, incluso en la nieve antártica. Se cree que están presentes en la sangre de casi todos los estadounidenses. Los investigadores han vinculado la exposición al PFAS con cánceres de testículo y riñón, retrasos en el desarrollo en niños, disminución de la fertilidad, daño hepático y enfermedades de la tiroides. Los productos químicos hechos por el hombre son tan duraderos que los científicos no han podido identificar de manera confiable cuánto tiempo podrían tardar en descomponerse.

Las demandas relacionadas con PFAS ya han apuntado a fabricantes en Estados Unidos, incluidos DuPont, su expansión Chemours y 3M. El año pasado, 3M acordó pagar al menos $10 mil millones a empresas de servicios públicos de agua en todo Estados Unidos que habían solicitado compensación por costos de limpieza. Treinta fiscales generales estatales también han demandado a los fabricantes de PFAS, acusando a los fabricantes de contaminación generalizada.

Pero los expertos dicen que la batalla legal está comenzando. Bajo un escrutinio creciente se encuentran un amplio univers…