Cómo llegamos a este punto: Un fallo judicial puso en desorden los planes de gastos.
La decisión se produjo después de días de incertidumbre desencadenados por el fallo del tribunal supremo del país que declaró inválidos elementos del presupuesto de 2023 debido a una regla que limita el endeudamiento. El llamado freno de la deuda solo puede suspenderse en tiempos de emergencia, y el gobierno lo había suspendido los últimos tres años debido a la pandemia y al aumento de los precios de la energía tras la invasión de Rusia a Ucrania.
El Sr. Lindner, líder del conservador partido de los Demócratas Libres, se ha comprometido a respetar los límites de endeudamiento para el presupuesto de 2023.
“No se asumirá nueva deuda, pero los fondos ya utilizados para superar la crisis se colocarán en una base legal segura”, dijo el Sr. Lindner en un comunicado el jueves. No entró en detalles.
Por qué es importante: El gobierno está bajo presión para tapar un agujero fiscal.
El canciller Olaf Scholz ha enfrentado crecientes turbulencias desde que el tribunal dictaminó que el dinero que el gobierno quería gastar en proyectos verdes debía provenir del presupuesto regular, lo que efectivamente creó un agujero de varios miles de millones de euros en los planes del gobierno.
Economistas y líderes empresariales, así como algunos legisladores de la coalición de tres partidos de Scholz, exigieron que Lindner tomara medidas para clarificar los planes de gastos para 2023 para garantizar estabilidad y allanar el camino para que los legisladores aprueben un presupuesto para 2024.
Se suponía que el presupuesto del próximo año sería aprobado el jueves, pero el debate se pospuso debido a las turbulencias después del fallo del tribunal. Si el gobierno declarara una situación de emergencia para 2023, citando los altos precios de la energía causados por la guerra de Rusia contra Ucrania, eso podría considerarse como un motivo para volver a suspender el límite de endeudamiento.
Lo que dicen los economistas: Los efectos de las turbulencias en Alemania podrían propagarse.
Se espera que la economía alemana se contraiga en 2023, lastrada por la producción industrial en declive y alta inflación. El ministerio de economía del país había pronosticado un retorno al crecimiento en 2024, pero los economistas advirtieron que sin la inversión esperada en infraestructura, como ferrocarriles y apoyo a las industrias verdes, eso podría estar en peligro.
La economía europea en general también podría verse afectada por una desaceleración del gasto por parte del gobierno en Berlín.
“Si hay menos inversión y gasto en Alemania en los próximos años porque hay menos dinero disponible, esto inevitablemente tendrá un impacto en la economía de la Unión Europea”, dijo Robert Grundke, jefe del escritorio de Alemania de la O.E.C.D., a Reuters.
Antecedentes: El ‘freno de la deuda’ de Alemania impone estrictos límites al endeudamiento.
En 2009, Alemania se impuso límites de endeudamiento a sí misma, mientras luchaba por salir de su condición de “el hombre enfermo de Europa” durante la crisis financiera global. La ley del freno de la deuda está consagrada en la constitución del país, lo que restringe el endeudamiento anual al 0,35 por ciento del producto interno bruto, o aproximadamente 12.000 millones de euros al año.
Se permiten excepciones en emergencias, como desastres naturales o una pandemia. En su fallo de la semana pasada, el tribunal estipuló que la financiación prestada durante una emergencia específica no podía reasignarse para otros fines.
Lo que viene: Se presenta un plan al gabinete.
Una propuesta sobre cómo arreglar el presupuesto de 2023 se presentará al gabinete del Sr. Scholz la próxima semana. Una vez aprobado por los ministros, se presentará al Parlamento alemán.