Países Bajos toma un giro impresionante en elecciones nacionales que probablemente tendrán repercusiones en toda Europa, ya que los votantes holandeses ofrecieron un fuerte respaldo al partido de un ícono de extrema derecha con una reputación incendiaria que había hecho campaña en una plataforma anti-inmigrante.
Geert Wilders, un provocador político conocido por mucho tiempo por sus posturas anti-islamismo y anti-europeísmo, parecía estar a punto de liderar significativamente la mayoría de los escaños parlamentarios, según algunos resultados preliminares y encuestas a pie de urna, que se preveían como fiables, especialmente dada la victoria indicada.
“El votante holandés ha hablado”, dijo el Sr. Wilders en un discurso el miércoles por la noche, declarándose el ganador. “El votante ha dicho, ‘Estamos hartos'”. Agregó que quería devolver “los Países Bajos a los holandeses”.
Si los resultados preliminares se mantienen, los Países Bajos estarán al borde de un nuevo terreno político incierto después de 13 años de gobierno del primer ministro Mark Rutte, un pilar de la política holandesa y una presencia fiable en la escena de la Unión Europea.
Mientras tanto, el Sr. Rutte había ayudado a la pequeña nación europea a destacar en la Unión Europea, sobre todo después de la salida británica, al promover una agenda de comercio libre basado en normas, prudencia fiscal y valores sociales liberales.
Por otro lado, el Sr. Wilders ha abogado por la salida de los Países Bajos del bloque, además de promover posturas tan extremas como poner fin a la inmigración de países musulmanes, gravar los pañuelos y prohibir el Corán, por lo que requiere un equipo de seguridad.
“Los Países Bajos serán más duros y más conservadores en Europa”, afirmó Simon Otjes, profesor asistente de política holandesa en la Universidad de Leiden.
Sin embargo, la posición de los Países Bajos en la Unión Europea no integró de forma prominente en la campaña, según el Sr. Otjes, quien predijo que la salida real de los Países Bajos del bloque era poco probable, ya que la mayoría de los legisladores no la respaldarían.
Una victoria para el Sr. Wilders prolongaría una serie de avances para los partidos de extrema derecha en el norte de Europa, incluida Suecia, donde el gobierno depende ahora de los votos parlamentarios de un partido con raíces neonazis, y Finlandia, donde la derecha ha ascendido en la coalición de gobierno.
A mediados de 2023, la coalición del Sr. Rutte colapsó por desacuerdos en la política de inmigración, adelantando las elecciones dos años. Los indicadores iniciales otorgan al Partido por la Libertad del Sr. Wilders 35 escaños en el Parlamento de 150 escaños, por lo que incluso si sale como el ganador, será necesario que se asocie con otros partidos.
Forjar una coalición podría llevar semanas o meses de negociaciones y su forma está lejos de ser clara, pero ahora parece seguro que pondrá a prueba la tolerancia de los partidos políticos holandeses para tratar con un político al que a menudo han despreciado.
El miércoles, el Sr. Wilders se dirigió a otros partidos en un discurso, diciendo que como el partido político más grande de los Países Bajos, su partido ya no podía ser ignorado y les instó a trabajar juntos.
El resultado de las elecciones dejó consternado al establishment político holandés.
“Para nosotros, este resultado es una decepción”, dijo en un breve discurso la candidata principal del Partido Popular por la Libertad y la Democracia, Dilan Yesilgoz-Zegerius, el miércoles por la noche. Agregó que su partido no había escuchado lo suficiente a los votantes.
A medida que se acercaban las elecciones, el Sr. Wilders parecía haber moderado sus posturas contra el Islam. La semana pasada, dijo en un programa de televisión holandés que estaba dispuesto a hacer concesiones en sus políticas antiislámicas, afirmando que “hay prioridades más importantes”. El cambio de tono parecía haber suavizado a los votantes.
Las elecciones fueron unas de las más competitivas e impredecibles en el pasado reciente del país, con cuatro de los partidos más grandes del país compitiendo hasta el último minuto.
Una coalición entre el Partido Verde y el Partido Laborista tuvo el segundo mayor respaldo, con un estimado de 25 escaños. La coalición Verde-Laboral, liderada por Frans Timmermans, exzar del clima de la Unión Europea, ha dicho que no gobernará con el partido de Wilders.
Pieter Omtzigt, el hombre que dominó la campaña y fue su principal protagonista, obtuvo 20 escaños, menos de los que indicaban algunas encuestas preliminares. Su partido, Nuevo Contrato Social, se formó en agosto y parecía estar recibiendo votos de protesta de la izquierda y la derecha en un país donde los votantes se habían desilusionado con su liderazgo político después de que el gobierno de Rutte fuera minado por varios escándalos.
En su lugar, parecía que los descontentos buscaban un cambio más dramático de lo habitual y se inclinaban hacia el Sr. Wilders, logrando una victoria relativa para la extrema derecha por primera vez en una elección nacional para la Cámara de Representantes.
En julio, el Sr. Rutte anunció que dejaría por completo la política holandesa después de que su gobierno colapsara al no lograr un acuerdo sobre la política de inmigración. Permanecerá como primer ministro en funciones hasta que se forme un nuevo gobierno.
Durante gran parte de su mandato, era difícil imaginar al país bajo un líder diferente, y el Sr. Rutte tenía la reputación de ser un líder sobrio mientras que los populistas brotaban en otros países. Apodado “Teflón Mark”, parecía sobrevivir a todos los escándalos que enfrentaba su gobierno.
Debido a un escándalo en el cual el gobierno de Rutte no protegió a miles de familias de inspectores fiscales excesivamente fervientes, su gobierno renunció a principios de 2021. Pero fue fácilmente reelegido en la votación nacional que siguió.
Las elecciones habían sido difíciles de predecir hasta el último minuto. Con los nuevos actores y la creación de un partido completamente nuevo, la atmósfera de este ciclo electoral había sido más intensa e impredecible que en años anteriores, según dijeron los votantes, especialmente después de más de una década de poco o ningún cambio en el liderazgo.
“Me parece muy emocionante”, dijo Katja Henneveld el miércoles, después de votar en Amsterdam. “Estoy nerviosa”.
El clima y la falta de viviendas en el país ocuparon los primeros lugares entre los problemas más importantes en esta campaña, dijo.
Para Marieke Schunselaar, una votante de 24 años, el clima fue también el tema más importante de esta campaña. También dijo que le sorprendió la aparente subida de los partidos populistas — como el partido de Wilders – algo que llamó una “preocupación para muchos jóvenes votantes”.