Estaban mirando desde sus balcones, apiñados en la parte superior de los miradores o tomando café, con los ojos vueltos al cielo en busca de un atisbo de color, cualquier color.
A medida que caía la noche, los cazadores de la aurora boreal en el hemisferio norte el viernes volvieron a estar en la calle. Los tonos vívidos, que se ven con más frecuencia cerca del Polo Norte, iluminaron los cielos en una presentación inusual en las latitudes más bajas de Europa y América del Norte la semana pasada.
Aquellos que se perdieron las luces, o que estaban ansiosos por ver otra presentación, pusieron sus alarmas y monitorearon aplicaciones de alerta de auroras, con la esperanza de otra oportunidad. Algunas personas en Canadá y Gran Bretaña dijeron que fueron recompensadas, mientras que otros en el norte de Estados Unidos estaban atentos a los pronósticos.
Pero predecir cuándo aparecerá una aurora puede ser complicado, dijeron los pronosticadores, dado que la actividad del sol durante su ciclo está evolucionando constantemente.
“En términos generales, sin embargo, sabemos que la actividad y el número de manchas solares deberían aumentar en esta parte del ciclo”, dijo Tom Morgan, meteorólogo de la Oficina Meteorológica.
Al menos para este fin de semana, las apariciones de la aurora en el Reino Unido son poco probables, según la Oficina Meteorológica, aunque hay una “ligera posibilidad” de que las luces puedan aparecer en el norte de Escocia antes del amanecer del domingo.
Las luces del norte podrían regresar el lunes sobre Escocia e Irlanda del Norte, y es posible que sean visibles a simple vista en el norte de Inglaterra y Gales. Se espera que el lunes esté despejado, con algunas lluvias.
Ver las luces del norte, dicen los cazadores experimentados, requiere planificación, paciencia y un esfuerzo grupal.
“Establecimos un pequeño grupo de auroras en mi pequeño pueblo”, dijo Steve Emery, de 50 años, que vive en el pueblo de Hesket Newmarket, en el noroeste de Inglaterra. Dijo que un grupo de unas 20 personas había estado hablando sobre el pronóstico.
“Se ha convertido en una especie de pasatiempo local, que es bastante divertido”, dijo.
El señor Emery estaba sentado en la cama cuando las alertas sonaron a la 1 de la madrugada que las luces del norte podrían ser visibles. Él y otros en un grupo de chat corrieron en sus autos hasta la cima de una colina cercana.
“Eran débiles pero definitivamente se podían ver los verdes, en particular, y los morados”, dijo. “También estaban centelleando”.
El señor Emery, de 50 años, dijo que el movimiento de las luces le recordó a las cortinas cerradas que se balanceaban al final de un espectáculo de teatro. En cinco minutos, dijo, habían llegado y se habían ido.
“Sucede tan rápido, necesitas estar preparado para ello”, dijo, agregando que los colores son diferentes cada vez. “Nunca sabes exactamente qué vas a ver. Esa es la naturaleza adictiva de ello”.
Otros, incluso con preparación, fueron frustrados por la contaminación lumínica, una luna brillante o nubes.
¿Habían vislumbrado la aurora, o era simplemente la contaminación lumínica cercana? (Esa decepción única fue capturada en un video de TikTok cuando dos amigos en Norwich compartieron que el resplandor morado de lo que pensaban que era la aurora boreal era, de hecho, la luz proveniente de un Premier Inn).
Las tormentas solares son causadas por la interacción de partículas de luz con el campo magnético de la Tierra, y las auroras son más brillantes y más lejos de los polos cuando la actividad geomagnética es alta. El sol típicamente pasa por un ciclo de actividad de 11 años, y cuando la actividad es alta, se conoce como máximo solar.
La exhibición de la semana pasada se produjo después de que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica emitiera una advertencia rara el 10 de mayo de que una tormenta solar de nivel 5 había alcanzado la Tierra, un evento extremo que no se había registrado desde octubre de 2003.
Los cazadores experimentados y los expertos tienen algunos consejos: Alejarse de las luces de la ciudad. Ir a un punto de observación con vistas claras, como la cima de una colina. Mirar hacia el norte. Y usar tu teléfono celular para tomar fotos, ya que puede captar más longitudes de onda que el ojo desnudo.
En Noruega, Cathe Sletaker se estaba preparando para acostarse en su casa en Hole, a unas hora al noroeste de Oslo, cuando recibió una alerta. Se fue a su balcón.
El cielo estaba claro, pero captó una muestra pálida de luces moradas, lilas y verdes.
“Me quedé allí hasta las 3 de la mañana”, dijo. “Mi gato también me visitó, y le tomé una bonita foto”.
Las luces, dijo, no eran tan fuertes como el espectáculo de la semana pasada, pero la Sra. Sletaker aún sentía un hormigueo.
“Tengo la sensación —quizás es un poco exagerado decirlo— del universo; todo se acerca un poco desde el espacio exterior”, dijo, añadiendo, “Es una especie de magia”.