Los compradores chinos están comprando menos de lo que solían, y esto está contribuyendo a una recuperación económica desequilibrada.

La economía de China muestra una recuperación desigual; la producción industrial aumenta, pero las ventas minoristas se ralentizan.

La actividad fabril superó las expectativas, pero los consumidores se están frenando, lo que está afectando al crecimiento de las ventas minoristas.

La crisis inmobiliaria está empeorando, con los precios de las nuevas viviendas cayendo al ritmo más rápido en más de nueve años.

El viernes, China publicó datos que muestran una recuperación económica desigual que está manteniendo a los consumidores sin gastar.

La actividad fabril se disparó, con un aumento del 6,7% en la producción industrial en abril con respecto al año anterior, superando el crecimiento del 5,5% que los analistas encuestados por Reuters esperaban.

El panorama laboral mejoró. La tasa de desempleo bajó del 5,2% en marzo al 5% en abril.

Sin embargo, las ventas minoristas aumentaron un 2,3% respecto al año anterior, desacelerándose desde el aumento del 3,1% en marzo y por debajo del 3,8% pronosticado por los economistas encuestados por Reuters, lo que indica que los consumidores se están frenando.

El crecimiento de la inversión en activos fijos de enero a abril también estuvo por debajo de las expectativas, aumentando un 4,2% en lugar del 4,6% que esperaban los analistas.

La grave crisis inmobiliaria de China empeoró

A pesar de que hay algunas señales positivas en la economía de China, el mercado inmobiliario del país sigue luchando.

La inversión en propiedades cayó un 9,8% en los primeros cuatro meses del año respecto al año anterior. Eso es peor que la caída del 9,5% registrada en los primeros tres meses del año.

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Los precios de las viviendas nuevas en abril también cayeron a su ritmo más rápido en más de nueve años, según cálculos de Reuters basados en los datos oficiales.

Los precios cayeron un 0,6% mes a mes en abril, más profundo que la caída del 0,3% en marzo, el ritmo más rápido desde noviembre de 2014, según cálculos de Reuters basados en los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, o NBS, publicados el jueves.

La caída se produce a pesar de los esfuerzos de Beijing por apoyar el sector inmobiliario, que representa aproximadamente una cuarta parte del PIB de China.

La economía de China se encuentra ahora en una dolorosa transición desde su dependencia de la manufactura de bajo costo y la propiedad a las “nuevas tres” industrias de vehículos eléctricos, celdas solares y baterías de litio.

Beijing también está intensificando las medidas de apoyo, incluida la venta de 1 billón de yuanes chinos, o $138 mil millones, en bonos soberanos especiales ultralargos para financiar el gasto en infraestructura.

También está considerando un plan para que los gobiernos locales compren millones de viviendas no vendidas, informó Bloomberg el miércoles, citando fuentes familiarizadas con el asunto.

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