No era solo el pasado lo que recordaban hoy. Junto a las filas de tumbas recién cavadas en el cementerio militar de Mount Herzl en Israel, todavía se estaban marcando nuevos lugares, demasiado recientes para una lápida conmemorativa, sus formas vacías cubiertas de flores.
Junto a ellos, el espacio vacío se extendía, oscurecido por las futuras pérdidas en la guerra continua de Israel.
La multitud que los rodeaba – algunos en uniforme, algunos llorando – saludaban o inclinaban la cabeza cuando sonaba la sirena matutina para conmemorar el Día del Recuerdo; el precio de los conflictos anteriores de Israel expuesto en el cementerio, bajo los pinos, a lo largo de los años.
El Ministerio de Defensa de Israel dice que este año se añadieron los nombres de 826 personas de las fuerzas de seguridad a la lista de los caídos del país, junto con 834 víctimas de ataques terroristas, casi todos ellos de los ataques de Hamas del 7 de octubre y de la Guerra de Gaza que siguió.