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Israel amenazó con expandir su operación militar en Rafah después de que tanques y tropas tomaran el cruce fronterizo principal entre Gaza y Egipto, mientras los mediadores internacionales luchaban por continuar las conversaciones destinadas a poner fin al conflicto.
Israel lanzó su ofensiva terrestre en el este de Rafah el lunes, horas después de que Hamas dijera que había aceptado una propuesta preliminar de intercambio de rehenes por alto el fuego que llevaría a una pausa inicial de seis semanas en la guerra de siete meses en Gaza.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo el martes que la propuesta estaba “muy lejos de los requisitos necesarios de Israel” y estaba “destinada a torpedear la entrada de nuestras fuerzas en Rafah”.
Pero su gobierno envió un equipo de negociadores a El Cairo el martes para continuar las conversaciones, que son mediadas por Estados Unidos, Catar y Egipto.
Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, dijo que la operación en Rafah para “eliminar a Hamas”, el último bastión de la organización en la franja sitiada, continuaría “hasta que regrese el primer rehén”.
“Estamos dispuestos a hacer compromisos para traer de vuelta a los rehenes, pero si se elimina esa opción, seguiremos y ‘profundizaremos’ la operación”, dijo Gallant.
“Esto sucederá en toda la franja de Gaza, en el sur, en el centro y en el norte. Hamas solo responde a la fuerza, por lo que intensificaremos nuestras acciones”, agregó.
La incursión en Rafah sembró el pánico entre los más de 1 millón de gazatíes que han buscado refugio en la ciudad del sur. También recibió condenas de la UE, los estados árabes y las agencias de ayuda de la ONU, que han advertido de las graves consecuencias humanitarias de cualquier asalto.
La administración Biden, que ha sido cada vez más crítica públicamente con la forma en que Israel ha llevado a cabo la guerra, ha retenido dos envíos de armas de precisión a Israel, según personas familiarizadas con el asunto.
No quedó claro de inmediato si la medida estaba relacionada con la ofensiva en Rafah, contra la cual Washington ha advertido repetidamente a Netanyahu.
La Casa Blanca se ha negado a comentar si ha retrasado alguna venta de armas a Israel. El martes, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU., John Kirby, dijo: “Nuestro compromiso con la seguridad de Israel sigue siendo firme”.
La detención de la venta de armas es informal, utilizando procesos burocráticos, dijeron las personas familiarizadas con el asunto.
Esta medida marcaría la primera vez que se conoce que EE. UU. ha retenido una posible venta de armas desde que Hamas atacó a Israel el 7 de octubre y el Estado judío lanzó su ofensiva de represalia contra el grupo militante en Gaza.
Un oficial militar israelí describió la ofensiva en Rafah como una “operación precisa y limitada”.
Pero las agencias de ayuda expresaron alarma el martes por el efecto que la toma de Israel del cruce de Rafah, que por ahora ha detenido las entregas de ayuda, tendría en la provisión humanitaria. Gaza ha sufrido durante meses escasez aguda de necesidades básicas, incluida la comida.
El otro cruce principal hacia la franja, Kerem Shalom, también ha sido cerrado temporalmente después de un ataque mortal con mortero de Hamas a soldados israelíes cerca de la frontera durante el fin de semana.
Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, dijo que impedir la entrada de combustible durante un período significativo pondría “la operación humanitaria en su tumba”.
El lunes, Hamas dijo que había aceptado ampliamente una propuesta para liberar rehenes y asegurar un alto el fuego temporal en la guerra de siete meses. El grupo militante palestino citó a Ismail Haniyeh, su líder político con sede en Doha, diciendo que había informado a funcionarios de Qatar y Egipto, que han estado mediando en las conversaciones junto con Estados Unidos.
Los detalles de lo que Hamas había aceptado en la propuesta de liberación de rehenes no estaban claros de inmediato, pero un diplomático informado sobre las conversaciones dijo que la propuesta era ampliamente similar a la presentada por los mediadores hace aproximadamente dos semanas.
Ese plan incluía llamados para la pausa inicial de seis semanas en la guerra durante la cual Hamas liberaría a 33 rehenes, incluidas mujeres, niños, ancianos y heridos.
Esto sería seguido por lo que los mediadores esperaban que fuera un alto el fuego extendido, durante el cual se liberaría al resto de los rehenes. Israel liberaría a palestinos detenidos en prisiones israelíes, permitiría a los gazatíes regresar a sus hogares en el norte de la franja y facilitaría un aumento de la ayuda humanitaria.
Los funcionarios israelíes dicen que Hamas tiene 132 rehenes y creen que 37 de ellos están muertos.
Los mediadores han estado facilitando conversaciones indirectas entre Israel y Hamas para una segunda ronda de intercambios de rehenes por prisioneros, tras uno en noviembre. Las conversaciones se habían estancado ya que Hamas exigía que cualquier acuerdo terminara con un alto el fuego permanente y la retirada completa de las tropas israelíes de Gaza, algo que Israel ha rechazado en repetidas ocasiones.
“Una evaluación cercana de las posiciones de ambas partes sugiere que deberían ser capaces de cerrar las brechas restantes y vamos a hacer todo lo posible para apoyar ese proceso y lograr ese resultado”, dijo Kirby el martes.
Antes en el día, el presidente Joe Biden había dicho que su administración todavía estaba “trabajando sin descanso” para ayudar a negociar un acuerdo.
Netanyahu ha prometido eliminar a Hamas después de que el grupo matara a unas 1,200 personas y tomara 250 rehenes en su invasión del sur de Israel el 7 de octubre, según cifras israelíes.
La ofensiva retaliatoria de Israel en Gaza ha matado a casi 35,000 personas, según funcionarios de salud palestinos.
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