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Stormy Daniels, la actriz de cine para adultos, tomó la postura el martes por la mañana en el juicio criminal de “dinero de silencio” de Donald Trump en Manhattan, preparando el escenario para un día de testimonios que podrían resultar muy embarazosos para el ex presidente.
La mujer de 45 años, quien fue pagada con $130,000 en la antesala de las elecciones presidenciales de 2016 para mantener en secreto un presunto encuentro sexual con Trump, fue llamada justo después de las 10:30 de la mañana hora local, y comenzó recordando cómo había crecido en una familia “de muy bajos ingresos” en Louisiana antes de descubrir que podía ganar dinero en la industria del entretenimiento para adultos.
Trump está acusado de falsificar los registros comerciales detrás de los pagos. El candidato republicano presuntivo para presidente, quien se había casado con su tercera esposa Melania un año antes del presunto encuentro, siempre ha negado cualquier involucramiento romántico con Daniels.
Los fiscales han alegado que Trump ordenó a su ex abogado Michael Cohen pagar a Daniels para evitar que las revelaciones le costaran las elecciones de 2016, y que las transacciones por lo tanto constituyen un intento de “corromper” el proceso democrático.
Antes del testimonio de Daniels, los abogados de Trump objetaron que se permitiera a la fiscalía obtener detalles explícitos de actos sexuales de la actriz pornográfica, afirmando que tal evidencia sería “excesivamente perjudicial”. El Juez Juan Merchan dijo que estaba de acuerdo en que la testigo tenía “problemas de credibilidad”, pero permitió preguntar sobre los detalles generales de su supuesto encuentro.
Los abogados de Trump habían intentado excluir a Daniels de comparecer en el juicio en absoluto, argumentando que ella usaría el evento para “monetizar” su historia. Sus solicitudes fueron denegadas.
Daniels negó primero el romance, y luego rompió un acuerdo de confidencialidad firmado después de los pagos de Cohen cuando hizo púbico el encuentro mientras Trump era presidente.
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