CIUDAD HO CHI MINH, Vietnam (AP) — Dam Chan Nguyen salva computadoras muertas y moribundas.
Cuando comenzó a trabajar hace dos décadas en el mercado de Nhat Tao, el mercado informal de reciclaje más grande de Ciudad Ho Chi Minh, solía rescatar computadoras con monitores voluminosos y procesadores pesados. Ahora trabaja mayormente con laptops y de vez en cuando una MacBook.
Pero el principio central de su trabajo no ha cambiado: Nada se desperdicia. Lo que se puede arreglar, se arregla. Lo que se puede rescatar se reutiliza en otro lugar. Lo que queda se vende como chatarra.
“Utilizamos todo lo posible,” dijo.
La tienda en la que trabaja es una de muchas en un mercado que se extiende por varias calles llenas de clientes regateando. La mayoría de las tiendas de reparación son una sola habitación atestada de dispositivos electrónicos desechados o desechos electrónicos con mesas afuera. Trabajadores, muchos de ellos migrantes de toda Vietnam, reparan o rescatan artículos como laptops, teléfonos móviles dañados, lentes de cámaras, mandos a distancia de televisores, incluso unidades de aire acondicionado enteras. Otras tiendas venden electrónicos nuevos junto con artículos viejos y restaurados.
El ajetreo es representativo de un mundo que está produciendo más desechos electrónicos que nunca: 62 millones de toneladas métricas en 2022, proyectadas a aumentar a 82 millones de toneladas métricas para 2030, según un informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la rama de investigación UNITAR de las Naciones Unidas. Los países asiáticos generan casi la mitad de ellos.
“Estamos generando desechos electrónicos a una velocidad sin precedentes,” dijo Garam Bel, oficial de desechos electrónicos en la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU.
La gestión de esos desechos es crucial. Están llenando los vertederos a un ritmo alarmante y sustancias químicas peligrosas como el plomo se filtran en el medio ambiente y dañan la salud humana. También significa perder recursos recuperables — por valor de $62 mil millones en 2022, según el informe de la ONU.
Y esos desechos están aumentando cinco veces más rápido que el reciclaje formal.
Menos de una cuarta parte de los desechos electrónicos fue recolectada y reciclada adecuadamente en 2022. Parte del resto termina en manos de trabajadores informales de desechos, como Nguyen, en diferentes partes del mundo. Eso es especialmente el caso en naciones del sudeste asiático donde, encontró el informe de la ONU, no se recolectan ni reciclan formalmente los desechos electrónicos.
**Continuará…**