El líder del partido de oposición bávaro en el parlamento alemán, o Bundestag, ha pedido duras consecuencias tras una manifestación en Hamburgo en la que los oradores pedían un califato islamista para reemplazar la democracia alemana.
“Quien quiera introducir la sharia [ley islámica estricta] en Alemania y declarar un califato es un enemigo de nuestra democracia”, declaró Alexander Dobrindt, jefe de la facción del Bundestag para la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), al periódico Bild.
“El Estado debe enfrentarlos con consistencia y rigor”, afirmó.
Más de 1.000 personas asistieron a la manifestación en Hamburgo el sábado, en la que los oradores pedían que la ley islámica estricta reemplace la democracia alemana.
En el futuro, cualquiera que pida públicamente la abolición del orden básico democrático libre y quiera una supuesta teocracia, por ejemplo, debería ser susceptible de persecución, dijo Dobrindt, añadiendo que deberían enfrentar una pena mínima de seis meses de prisión.
Dijo que la Ley de Ciudadanía también debería ser modificada para que una persona pierda su ciudadanía alemana si pide públicamente la abolición del orden básico democrático libre.
Además, estos islamistas deberían perder su derecho a beneficios bajo la Ley de Beneficios para Solicitantes de Asilo, dijo el político bávaro. Después de la manifestación, la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, pidió al Estado que tomara “medidas contundentes” contra esos organizadores.
Dobrindt exigió que Faeser implementara medidas lo más rápido posible para detener la propaganda islamista en Alemania. En Alemania, rige el Estado de derecho en lugar del mandato de Dios, dijo.
Según información de la oficina de Hamburgo del servicio de inteligencia interior, formalmente conocida como la Oficina para la Protección de la Constitución, el organizador de la manifestación estaba cerca del grupo Muslim Interaktiv.
La organización está categorizada como un movimiento extremista confirmado.