El primer ministro de Escocia, Humza Yousaf, terminó abruptamente un acuerdo de coalición entre su Partido Nacional Escocés y el Partido Verde Escocés el jueves, creando un nuevo conjunto de desafíos para un líder asediado cuyo partido ha estado envuelto en un escándalo de financiación desde el año pasado.
Una decisión del gobierno escocés de suavizar los objetivos de cambio climático, y un desacuerdo dentro de la coalición sobre políticas de derechos trans, incrementó la tensión entre los dos partidos, que han gobernado juntos desde agosto de 2021.
Pero la decisión del Sr. Yousaf de desechar la coalición pareció tomar por sorpresa a Lorna Slater, co-líder de los Verdes, el jueves por la mañana. Acusó al S.N.P. de “un acto de cobardía”, añadiendo que el Sr. Yousaf ya “no podía ser confiado”.
¿Significa esto el fin del gobierno escocés?
Por ahora no. Los Conservadores Escoceses están presionando por una votación de desconfianza en el Sr. Yousaf, la cual el Partido Laborista Escocés de la oposición ha señalado que apoyaría, y eso podría llevarse a cabo la próxima semana. Pero esa votación se refiere a la confianza en el Sr. Yousaf, no en el gobierno, por lo que sus implicaciones son inciertas incluso si él llegara a perder. En términos generales, las reglas hacen difícil forzar unas elecciones anticipadas que podrían sacar al S.N.P. del gobierno en Escocia.
Por ahora, el colapso de la coalición significa que el Sr. Yousaf lidera una administración minoritaria. Pero no es la primera vez que el S.N.P. ha gobernado como minoría: lo hizo después de las elecciones de 2007 y 2016. El Parlamento Escocés tiene un sistema electoral más proporcional que el Parlamento del Reino Unido, ya que fue creado con el objetivo explícito de representar las diversas necesidades de la población, y fomentar el compromiso entre los partidos políticos.
El Sr. Yousaf dijo el jueves que esperaba seguir cooperando con los Verdes pero de una manera menos formal. Sin embargo, el S.N.P. estará dos votos cortos de una mayoría y tendrá que acercarse a otros partidos políticos en el Parlamento Escocés para asegurarse de que su legislación clave sea aprobada.
¿Dónde salió todo mal?
El Sr. Yousaf dijo el jueves que el acuerdo de coalición había “cumplido su propósito”, pero la principal tensión entre el S.N.P. y los Verdes era sobre la política climática luego de la decisión del gobierno de moderar sus compromisos.
Cuando Nicola Sturgeon era la primera ministra, el gobierno escocés había hecho la ambiciosa promesa de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 75 por ciento para 2030, en comparación con los niveles de 1990.
Pero un informe crítico de una comisión independiente nombrada por el gobierno en marzo encontró que ese objetivo ya “no era creíble”, y la semana pasada, el S.N.P. dijo que eliminaría sus metas anuales.
Después de esa declaración, Patrick Harvie, co-líder de los Verdes, dijo que estaba “enojado y decepcionado” pero que favorecía mantener la coalición porque había logrado importantes avances en clima y otras políticas. Sin embargo, los Verdes Escoceses planeaban dar a sus miembros un voto para decidir si permanecer en la coalición o abandonarla, y nadie sabía cómo resultaría ese voto.
¿La política climática fue la única discrepancia?
La política sobre cuestiones transgénero también fue controvertida, con descontento entre algunos Verdes sobre la decisión del Servicio Nacional de Salud en Escocia de pausar la prescripción de bloqueadores de la pubertad y otros tratamientos hormonales para menores. Eso siguió a una revisión independiente de los servicios de género en Inglaterra por parte de Hilary Cass, una pediatra. “Muchos jóvenes estarán preocupados por el efecto de la decisión de pausar los bloqueadores de la pubertad en su viaje de atención médica”, dijo Gillian Mackay, miembro de los Verdes del Parlamento Escocés, añadiendo “nuestra solidaridad debería estar con ellos”.
¿Por qué ahora?
El acuerdo de coalición se firmó cuando la Sra. Sturgeon era la primera ministra de Escocia y líder del S.N.P., que aboga por la independencia escocesa. Ella renunció el año pasado y su esposo, Peter Murrell, fue acusado recientemente de malversación de fondos del partido mientras era su director ejecutivo de largo servicio. La Sra. Sturgeon fue arrestada e interrogada en conexión con la misma investigación el año pasado pero fue puesta en libertad y no se presentaron cargos.
La investigación policial sobre la financiación del S.N.P. sumió al partido en crisis. Desde que asumió el liderazgo, el Sr. Yousaf ha luchado por imponer su autoridad y con unas elecciones generales en el Reino Unido esperadas para este año, las encuestas de opinión muestran que el Partido Laborista, principal partido de oposición de Gran Bretaña, está planteando un desafío renovado en Escocia, donde alguna vez fue dominante.
Para el Sr. Yousaf, que ya enfrentaba críticas sobre varios temas, las opciones se estaban reduciendo. Frente a la elección de esperar a que le dijeran el resultado de una votación sobre si el acuerdo de coalición con los Verdes sobreviviría o no, decidió tomar la iniciativa. Después de anunciar el fin del pacto el jueves, dijo en una conferencia de prensa: “Esto es liderazgo”.
Cuando un reportero le preguntó si su enfoque era “que romper es mejor que ser abandonado”, el Sr. Yousaf respondió: “No lo sabría, personalmente”.