Boeing, uno de los dos principales fabricantes de aviones comerciales del mundo, ha declarado que las afirmaciones hechas por Sam Salehpour eran “inexactas” y que confiaba en que sus aviones eran seguros.
“Los problemas planteados han sido sometidos a un riguroso examen de ingeniería bajo la supervisión de la [Federal Aviation Administration],” dijo la empresa la semana pasada.
Dos días antes de la audiencia en Washington DC, la empresa aeroespacial recibió a unos pocos periodistas en su complejo de fabricación del 787 Dreamliner en Carolina del Sur, donde les mostraron demostraciones de seguridad.
Allí, Steve Chisholm, ingeniero jefe de Ingeniería Mecánica y Estructural de Boeing, respondió a las últimas denuncias de los informantes.
“No hemos identificado ningún problema de seguridad,” lo citó el Seattle Times.
“No hemos visto nada en los servicios relacionado con [las brechas] que indique que hay un problema con la flota en servicio.”
Según Associated Press, los funcionarios de Boeing también han desestimado previamente la afirmación de Salehpour de que vio a trabajadores saltar sobre partes del fuselaje del 777 para alinearlos, tal como lo acabamos de escuchar a Salehpour testificar.