Abril marca el Mes de Conciencia del Estrés, y no me sorprende que se haya dedicado un mes entero para destacar este tema.
‘Estoy tan estresado’ o ‘Mis niveles de estrés están altos hoy’ son comentarios que escucho a diario tanto en mi trabajo como en la vida cotidiana.
Algo ha cambiado.
Percibo que los niveles de estrés y preocupaciones de las personas han aumentado desde la pandemia y el confinamiento.
Esto se reflejó en una encuesta reciente que realicé en mi página de Instagram, donde el 76 por ciento de las personas dijo que se sentían regularmente estresadas.
Primero, las buenas noticias. El estrés es una respuesta normal y común a entornos y situaciones nuevas y desafiantes. Tiene características tanto físicas como mentales. Cuando una persona se siente estresada, su cuerpo libera hormonas del estrés como la adrenalina. El cuerpo experimenta cambios físicos que permiten a la persona responder a la situación estresante.
Además, recuerda, todos sentirán estrés en diferentes momentos de sus vidas. Estar consciente de los desencadenantes, y cómo aislarse de situaciones estresantes, ayudará a la persona a gestionarlas de manera más efectiva.
Pero el estrés puede convertirse en un problema potencial cuando dura mucho tiempo y hace que la persona se sienta abrumada e incapaz de hacer frente a su situación.
En los últimos días he estado investigando los problemas que están causando el mayor estrés a las personas a las que ayudo, a las personas que conozco y a las personas con las que regularmente entro en contacto. Para ampliar el espectro también planteé una pregunta en las redes sociales para averiguar qué es lo que más estrés provoca.
Encontré que las cosas que parecen estar causando más estrés a las personas en este momento están relacionadas con:
1. Presiones de la escuela, universidad y exámenes
2. Un cambio en una relación.
3. Comprar o vender una casa.
4. Desafíos financieros
5. La muerte de un miembro de la familia o amigo
6. Tener un hijo o intentar tener un bebé
7. Leer o ver las noticias.
8. Trabajar muchas horas o ser despedido.
Cuando se trata de situaciones estresantes, algunos expertos podrían hacerte creer que necesitas gastar grandes cantidades en remedios. Pero en mi experiencia, hay cinco cosas que, sin costar un centavo, pueden funcionar tan eficazmente como cualquier aplicación sofisticada de pago o un caro retiro de bienestar.
Ellos son:
1. Estar en contacto con la naturaleza, ya sea dando un paseo, sentado en un parque, junto al río o junto al mar, escuchando a los pájaros cantar y respirando aire fresco puede ayudar a despejar la mente. La meditación, ejercicios de respiración y pasar tiempo a solas viviendo el momento presente son buenas formas de resetear el cerebro.
2. Escribir tus pensamientos, preocupaciones y listas de tareas y trabajar en ellas cuando puedas, ayudará a dejar de llenar la cabeza y no dejar espacio para pensar adecuadamente.
3. Leer un libro te llevará a otro mundo, así que quizás únete a la biblioteca local o encuentra un grupo de intercambio de libros cerca.
4. Hablar con amigos y familiares de confianza puede ayudar a descargar parte del estrés, o como dice el refrán: ‘Un problema compartido es un problema reducido’.
5. Pero la mejor de todas es un abrazo o un cariño. Ya sea de un ser querido, un amigo, un compañero de trabajo o incluso un animal o mascota, un abrazo nunca deja de hacerte sentir mejor al no sentirte solo más. Es algo que perdimos durante el confinamiento, ¿y tal vez por eso los niveles de estrés han estado aumentando desde entonces?
Lynn Crilly es autora, consejera y experta en salud mental