El ejército israelí dice que ha retirado sus fuerzas de la ciudad de Jan Yunis, la más grande en el sur de la Franja de Gaza, en medio de su guerra contra el grupo islamista palestino Hamás que ya cumple seis meses.
“La división de comandos número 98 de las FDI ha concluido su misión en Jan Yunis. La división dejó la Franja de Gaza para recuperarse y prepararse para futuras operaciones”, dijo las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) el domingo.
Según el comunicado, un número significativo de tropas israelíes “continúa operando en la Franja de Gaza y preservará la libertad de acción de las FDI y su capacidad para llevar a cabo operaciones de inteligencia precisas y basadas en información”, afirmaron.
No estaba claro inicialmente si la retirada de Jan Yunis marcaba un punto de inflexión en la estrategia de Israel en la guerra en curso en Gaza o una nueva etapa intermedia en camino hacia una posible operación en la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto.
A pesar de la fuerte oposición internacional, Israel ha mantenido durante semanas que planea llevar a cabo una incursión terrestre a gran escala en Rafah, donde más de 1 millón de palestinos están actualmente refugiándose de los enfrentamientos en otras partes del área costera cerrada.
Después de decenas de miles de muertes, la gran mayoría palestinos, no se vislumbra un fin inmediato a las hostilidades.
La guerra comenzó el 7 de octubre del año pasado, cuando cientos de terroristas, principalmente de Hamás pero también de otros grupos militantes con base en Gaza, cruzaron la frontera fuertemente vigilada y masacraron a personas en las comunidades israelíes cercanas y en un festival de música.
Unas 1.200 personas en Israel murieron y 250 fueron tomadas como rehenes y llevadas de vuelta a Gaza. Desde entonces, decenas han sido liberadas y algunas otras han sido encontradas muertas o liberadas por el ejército israelí.
El ataque sin precedentes desencadenó una masiva campaña de ataques aéreos israelíes, seguidos por una ofensiva terrestre militar que comenzó semanas después en el norte y se ha movido a través de todas las principales ciudades excepto Rafah en el extremo sur.
Según las autoridades de Hamás en Gaza, más de 32.500 palestinos han muerto por los ataques israelíes hasta ahora.
Las negociaciones sobre un alto el fuego y la liberación de rehenes en manos de Hamás continúan en El Cairo, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está bajo una creciente presión tanto a nivel internacional como interno.
Decenas de miles de personas salieron a las calles en Tel Aviv y otras ciudades israelíes el sábado por la tarde para protestar contra el gobierno de Netanyahu y exigir mayores esfuerzos para asegurar la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás.
Un ataque aéreo de las fuerzas israelíes a un convoy de ayuda en la semana pasada provocó indignación por parte de algunos de los aliados internacionales más sólidos de Israel.
Una delegación del grupo militante palestino Hamás planea viajar a El Cairo el domingo para negociar un posible alto el fuego, pero estas conversaciones han fallado en semanas recientes.