El Presidente iraní Ebrahim Raisi volvió a amenazar con represalias por un presunto ataque aéreo israelí a un edificio de la embajada iraní en la capital de Siria, Damasco, en el que varias personas murieron.
El ataque “no quedará sin respuesta” y, por supuesto, se tomarán represalias y se buscará venganza, dijo Raisi en un discurso en la televisión iraní el miércoles. El ataque mostró que Israel no se apartaría de ningún “crimen”, según dijo.
El martes, Raisi ya había amenazado con responder a lo que llamó un “crimen terrorista”.
El líder supremo de Irán, el Ayatolá Ali Jamenei, también amenazó con represalias.
El lunes, dos generales de brigada y cinco miembros más de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán murieron en un ataque aéreo en el complejo de la embajada iraní en la capital siria, Damasco.
Según la agencia de noticias iraní Tasnim, también murieron seis ciudadanos sirios. El IRGC es la fuerza militar de élite de Irán y se considera más poderosa que sus fuerzas armadas convencionales.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán culpó de este ataque a su enemigo acérrimo, Israel.
El gobierno de Estados Unidos también cree que Israel es responsable.
Israel no ha comentado sobre el incidente, pero el miércoles el ejército declaró su intención de movilizar a reservistas de defensa misilística.
El ejército no declaró explícitamente las razones de esto, pero los medios israelíes informaron que el trasfondo de esto eran amenazas de Teherán.
Desde la Revolución Islámica de 1979, Israel ha sido el enemigo declarado de Irán.
Desde la década de 1990, Teherán ha ampliado sus lazos políticos y militares en la región para crear una llamada “eje de resistencia” contra Israel, con milicias chiítas aliadas en varios países árabes.