Durante una llamada telefónica el martes, el presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping discutieron la presión para la desinversión de TikTok Inc. en los EE. UU.
Después de la llamada, la primera discusión directa entre los dos líderes desde noviembre, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó que TikTok fue en efecto un tema de conversación.
Biden reiteró a Xi sus preocupaciones sobre la propiedad china de la popular aplicación de intercambio de videos.
“Esto no se trata de una prohibición de la aplicación, sino de nuestro interés en la desinversión, para poder proteger los intereses de seguridad nacional y la seguridad de los datos del pueblo estadounidense”, explicó Kirby (a través de Bloomberg).
El mes pasado, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó una legislación que prohibiría la operación de la plataforma de intercambio de videos si ByteDance, su empresa matriz china, no vende su interés. El presidente Biden ha indicado que ratificará el proyecto de ley, aunque sus perspectivas en el Senado de EE. UU. siguen siendo inciertas.
La meta es que ByteDance venda sus intereses en la popular aplicación de videos cortos, o enfrentar una prohibición en EE. UU. Si todo va según lo planeado (el proyecto de ley se aprueba y Joe Biden lo firma), ByteDance tendría un plazo de 165 días para desinvertir de TikTok. En caso de no transferir el control de TikTok a una empresa con sede en EE. UU., las tiendas de aplicaciones de EE. UU. (como la de Apple, Google y Samsung) estarían prohibidas de ofrecer TikTok en el país.
Todo comenzó cuando el Comité de Energía y Comercio emitió un voto unánime de 50-0 (muy inusual) a favor de la medida de TikTok/ByteDance.
Antes de eso, los miembros del Congreso recibieron una avalancha de llamadas y correos electrónicos (algunos de los cuales contenían palabras inapropiadas) de usuarios de TikTok enojados que temían que TikTok llegara a su fin.