En menos de tres semanas durante marzo, más de 53,000 personas huyeron de Puerto Príncipe mientras las pandillas desataron una ola de violencia en la capital de Haití, informó la ONU el martes.
Decenas de miles de personas abandonaron la ciudad entre el 8 y el 27 de marzo, a medida que las pandillas expandían su presencia con una serie de ataques a infraestructuras gubernamentales y vecindarios que llevaron a las embajadas a evacuar a su personal.
La escala de abusos, que incluyen violaciones, asesinatos y secuestros, es “sin precedentes en la historia moderna de Haití”, dijo el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, el martes.
En medio del caos, el primer ministro interino Ariel Henry anunció el 12 de marzo que renunciaría tras la formación de un consejo de transición presidencial compuesto por políticos, sociedad civil y la iglesia.
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