La gran compuerta trasera del avión de carga de la fuerza aérea jordana baja lentamente como una mandíbula de hierro rígida, revelando un cielo azul brumoso y, mucho más abajo, el paisaje golpeado del norte de Gaza.
Dentro de la enorme bodega del avión, la ayuda que entrega la tripulación está alineada en filas ordenadas: paquetes de cajas apiladas a la altura del pecho en pallets de madera, cada uno atado con film transparente y correas pesadas y marcado con imágenes de la bandera de Jordania.
Al entrar la luz y el sonido, los paquetes se deslizan por rodillos en el suelo y desaparecen por la puerta, flotando bajo paracaídas ondeantes como una oferta silenciosa, y muy probablemente insuficiente, para la población desesperada abajo.
Con grupos humanitarios y otros advirtiendo sobre una inminente hambruna en el norte de Gaza y la amplia presencia de hambre en todo el territorio, los lanzamientos aéreos juegan un papel destacado en los esfuerzos por entregar alimentos, agua y suministros urgentes a los palestinos.
El jueves, la fuerza aérea jordana permitió que un fotógrafo de The New York Times viajara en uno de sus aviones para observar el lanzamiento de paquetes de ayuda en todo el norte de Gaza. El viaje, despegando y regresando de la base aérea del Rey Abdullah II de Jordania, al este de Amán, duró varias horas.
Países como Jordania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia afirman que los lanzamientos están ayudando a compensar la fuerte disminución en la cantidad de ayuda que ingresa a Gaza por camión desde el 7 de octubre, cuando Hamas lideró un ataque mortal contra Israel, y este respondió con un asalto militar de varios meses.
Las Naciones Unidas y grupos de ayuda han protestado por la lentitud de las entregas por camión debido a la insistencia de Israel en inspeccionar todos los suministros que ingresan a Gaza. La mayoría de los camiones de ayuda han entrado a través de solo dos cruces fronterizos, uno desde Egipto y otro desde Israel, en el sur de Gaza.
Israel ha mantenido que la desorganización entre los grupos de ayuda es responsable de las lentas entregas de ayuda a los palestinos y que gran parte de la ayuda se desvía hacia Hamas o el mercado negro, aunque no es posible verificar esas afirmaciones.
Una de las pocas alternativas es arrojar suministros desde el cielo, un proceso que tarda solo minutos en el aire pero una extensa burocracia y horas de preparación en tierra.
Los cientos de pallets arrojados de los aviones el jueves incluían miles de comidas, según dijeron los jordanos. Pero los lanzamientos aéreos son ineficientes y costosos, dicen los funcionarios humanitarios, ya que incluso los grandes aviones de carga militar entregan menos que un solo convoy de camiones.
Y los lanzamientos aéreos pueden ser peligrosos: esta semana, las autoridades de Gaza dijeron que 12 personas se ahogaron mientras intentaban recuperar la ayuda que había caído en el océano.