LONDRES — Kate, la Princesa de Gales de Gran Bretaña, reveló el viernes que ha sido diagnosticada con cáncer y está recibiendo quimioterapia.
En un comunicado de video publicado el viernes, dijo que había sido sometida a una cirugía abdominal importante en Londres en enero, y que inicialmente se pensaba que su condición no era cancerosa.
“La cirugía fue exitosa. Sin embargo, las pruebas posteriores a la operación revelaron que el cáncer estaba presente. Por lo tanto, mi equipo médico me recomendó someterme a un tratamiento de quimioterapia preventiva y ahora estoy en las primeras etapas de ese tratamiento”, dijo su declaración.
“Por supuesto, esto fue un gran shock, y Guillermo y yo hemos estado haciendo todo lo posible para procesar y manejar esto de forma privada por el bien de nuestra familia joven.”
El Palacio de Kensington dijo tener confianza en que se recuperará por completo, según la BBC.
“Estoy bien y me estoy fortaleciendo todos los días al centrarme en las cosas que me ayudarán a sanar; en mi mente, cuerpo y espíritu”, añadió Kate más tarde en su discurso. Pidió espacio y privacidad mientras completaba su tratamiento. No se anunció qué tipo de cáncer era, ni en qué etapa se detectó.
El Palacio de Buckingham dijo que el Rey Carlos III, su suegro, estaba “muy orgulloso de Catalina por su valentía al hablar como lo hizo”.
El Príncipe Harry y Meghan Markle también emitieron un comunicado, diciendo: “Deseamos salud y curación para Kate y la familia, y esperamos que puedan hacerlo de forma privada y en paz.”
Kate permaneció en el hospital después de la cirugía. En ese momento, no hubo confirmación de cuál fue la cirugía, con el Palacio de Kensington diciendo que Kate, de 42 años, esperaba que el público respetara “su deseo de que su información médica personal se mantenga privada”. En ese momento, el palacio sugirió que Kate no volvería a sus deberes públicos hasta después de la Pascua.
La princesa no había sido vista en público desde el Día de Navidad de 2023, cuando se le vio caminando y asistiendo a un servicio religioso junto a la extensa familia real, incluidos sus hijos y su esposo el Príncipe Guillermo, heredero al trono británico.
Una fiebre en línea por su condición y su paradero dominó las redes sociales desde que se supo de su operación. El palacio se mantuvo en gran medida en silencio sobre el asunto, lo que a veces avivó las llamas.
La obsesión alcanzó su punto máximo después de que se publicara una foto de la ex Kate Middleton el Día de la Madre —10 de marzo en el Reino Unido. Las agencias de noticias retiraron la imagen más tarde ese día, emitiendo una llamada de eliminación, encontrando que había sido editada en exceso. Cada detalle de la imagen fue examinado, desde el cabello de Kate hasta la ropa de los niños que parecía inconsistente, hasta una repisa en el fondo que parecía distorsionada.
El 11 de marzo, el Palacio de Kensington publicó una declaración de Kate en redes sociales, diciendo que ella había editado la imagen. “Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que la fotografía familiar que compartimos ayer causó. Espero que todos los que celebran hayan tenido un feliz Día de la Madre. C,” decía.
Desde entonces, imágenes y videos de lo que parecía ser Kate aparecieron en periódicos sensacionalistas británicos, avivando aún más las conspiraciones y conversaciones. A principios de esta semana, también surgieron informes de que un miembro del personal del hospital donde estaba siendo tratada Kate intentó acceder a sus archivos sin permiso para hacerlo.
El Rey Carlos III anunció a principios de febrero que había sido diagnosticado con una forma de cáncer no revelada y había comenzado el tratamiento.