El líder de Uganda nombra a su hijo para un puesto de alto rango, avivando la conversación sobre un plan de sucesión.

El presidente de Uganda, que ha estado en el cargo durante casi cuatro décadas, ha nombrado a su hijo como el jefe del ejército del país, alimentando las sospechas de larga data en la nación del este de África de que el líder está preparando a su hijo para sucederlo algún día.

El presidente, Yoweri Museveni, dijo el jueves por la noche que había nombrado a su hijo, el General Muhoozi Kainerugaba, de 49 años, como el comandante del ejército nacional. El General Kainerugaba había estado sirviendo como asesor principal de su padre y participando en grandes mítines en todo el país para posicionarse como el heredero aparente, incluso cuando los expertos dicen que el Sr. Museveni, que tiene 79 años, es poco probable que renuncie al poder durante su vida.

El General Kainerugaba había saltado al escenario mundial en años recientes por sus erráticos tweets nocturnos. Al menos uno de los confidentes más cercanos del general también fue nombrado en un alto cargo en el gabinete.

El Sr. Museveni, un presidente con seis mandatos, se espera que se presente en las próximas elecciones de Uganda, en 2026, y que continúe afianzando su control sobre la exuberante nación sin salida al mar. Pero su avanzada edad y las tensiones entre sus colaboradores cercanos en el ejército y el partido gobernante han avivado el debate sobre un supuesto plan de una década atrás en el que se afirmaba que estaba preparando a su hijo para el poder.

El Sr. Museveni ha negado repetidamente tal plan, comúnmente conocido como el “Proyecto Muhoozi”.

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