KAMPALA, Uganda (AP) — El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, nombró el jueves a su hijo como comandante en jefe de las fuerzas armadas, en una polémica decisión en un país donde muchos creen desde hace tiempo que Museveni está preparando a su hijo mayor para la presidencia.
El hijo de Museveni, el general Muhoozi Kainerugaba, ha estado celebrando mítines en todo el país recientemente, en violación de una ley que prohíbe a los oficiales del ejército en servicio participar en política partidista. Sin embargo, Kainerugaba afirma que sus actividades, incluido el reciente lanzamiento de un grupo activista conocido como la Liga Patriótica de Uganda, son no partidistas y tienen como objetivo fomentar el patriotismo entre los ugandeses.
Kainerugaba fue ascendido a su nuevo cargo el jueves por la noche, según un comunicado militar. Dos de sus asesores más cercanos han sido designados como ministros en una reorganización de ministros del gobierno, también anunciada el jueves por la noche, avivando la especulación de que Museveni apoya las actividades políticas de Kainerugaba.
Museveni, quien llegó al poder por la fuerza en 1986 y ha sido elegido seis veces, no ha dicho cuándo se retirará. No tiene rivales dentro del partido Movimiento de Resistencia Nacional gobernante, la razón por la cual muchos creen que el ejército tendrá voz en la elección de su sucesor. Los aliados de Kainerugaba están estratégicamente desplegados en posiciones de mando en los servicios de seguridad, según observadores.
Las próximas elecciones presidenciales de Uganda se celebrarán en 2026.
Los seguidores de Kainerugaba afirman que él ofrece a Uganda la oportunidad de una transferencia pacífica de poder en un país que no la ha tenido desde la independencia del dominio colonial británico en 1962. Pero líderes de la oposición, críticos y otras personas ansiosas por un cambio dicen que su ascenso está llevando al país del este africano hacia un gobierno hereditario.
Kainerugaba se unió al ejército a finales de la década de 1990, y su ascenso a la cúspide de las fuerzas armadas ha sido controversial, con críticos apodándolo el “Proyecto Muhoozi” para prepararlo para la presidencia.
Museveni y Kainerugaba han negado durante mucho tiempo la existencia de dicho plan, pero parece que una transición está en marcha mientras Museveni, de 79 años, cumple lo que podría ser su último mandato sin un sucesor reconocible dentro del gobierno civil.
Kainerugaba ha estado sirviendo más recientemente como asesor presidencial senior a cargo de operaciones especiales, después de que su padre lo destituyera como comandante de infantería en 2022. En ese momento, Kainerugaba fue responsable de una serie de tweets ofensivos, incluido uno no provocado en el que amenazó con capturar la capital de Kenia, país vecino. Anteriormente había sido el comandante de un grupo de fuerzas especiales de élite que protegían a la primera familia.
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