TALLINN, Estonia (AP) — No es sorpresa para nadie que el presidente Vladimir Putin aseguró otros seis años en el poder en una elección preordenada que se produjo en medio de la represión más severa a la oposición y la libertad de expresión desde los tiempos soviéticos.
Los tres días de votación, en los cuales Putin enfrentó a tres candidatos simbólicos pero ninguno ofreció a los votantes ninguna opción real, se llevaron a cabo con escasa supervisión independiente y estuvieron marcados por un nivel de presión nunca antes visto en elecciones rusas anteriores. Esto dejó poco margen para protestas, pero algunos rusos aún intentaron desafiar a las autoridades.
Algunos puntos clave de la elección:
PUTIN TENÍA EL CONTROL TOTAL DE LA ELECCIÓN
La Comisión Electoral Central dijo que Putin recibió el 87.28% de los votos, el número más alto para cualquier presidente en la Rusia post-soviética. Dijo que la participación fue del 77.44% del electorado, también la mayor. Los demás candidatos en la boleta obtuvieron todos cifras de un solo dígito, y no se permitió la participación de candidatos anti-guerra.
La agencia de noticias estatal RIA Novosti dijo que la votación “como era de esperar… tuvo lugar en un clima de unidad nacional sin precedentes”.
No hubo videos de cámaras de CCTV en los centros de votación que mostraran fraude electoral o relleno de urnas -el acceso a las imágenes fue más restringido que en elecciones anteriores- y casi no había observadores independientes presentes para documentar irregularidades.
Sin embargo, aún hubo intimidación a los votantes, según Golos, la prominente organización independiente de vigilancia electoral de Rusia, que señaló que recibió informes de ciudadanos presionados para votar en más de 60 regiones rusas. El domingo, los votantes fueron registrados en los centros de votación, y algunos informaron que la policía revisaba sus boletas antes de emitirlas o miraban por encima de su hombro mientras las completaban, dijo Golos.
“Nunca antes había ocurrido algo así en tal escala en elecciones en Rusia”, dijo Golos en un comunicado el lunes. Un total de 89 personas fueron detenidas el domingo en 22 ciudades, según OVD-Info, un grupo de derechos humanos que monitorea detenciones políticas.
El líder ruso de 71 años “optó por mostrar a sus adversarios su poder”, dijo el analista político Abbas Gallyamov, ex redactor de discursos de Putin.
También se informaron actos de vandalismo en los centros de votación, con intentos de incendio o de verter tinta en las urnas. El domingo, una mujer que lanzó un petardo en un baño de un centro de votación resultó herida. Al menos 34 personas fueron detenidas por cargos de vandalismo durante el fin de semana, según el medio de noticias independiente ruso Verstka.
UNA OPOSICIÓN FRUSTRADA AÚN LOGRÓ ALGUNAS PROTESTAS
El Kremlin ha debilitado severamente a la oposición rusa en los últimos años. Las figuras principales están encarceladas o en el exilio en el extranjero, y la muerte el mes pasado de Alexei Navalny, que fue el oponente más vocal de Putin, generó aún más dudas sobre lo que les espera.
El domingo, algunos rusos se presentaron en los centros de votación en casa y en el extranjero al mediodía hora local y formaron largas filas en una estrategia respaldada por el difunto líder opositor Alexei Navalny y otros adversarios de Putin.
Los analistas habían dicho que la táctica del “Mediodía Contra Putin” pondría a prueba lo bien que las figuras de la oposición en el exilio podrían movilizar a sus seguidores en medio de la represión que ha asustado en gran medida a la gente de organizar manifestaciones masivas.
Fue difícil evaluar su éxito. El equipo de Navalny compartió fotos de filas en los centros de votación en Rusia y en embajadas en el extranjero como prueba de que muchos siguieron su llamado. Periodistas de The Associated Press y otros medios independientes hablaron con votantes en múltiples lugares que confirmaron que se presentaron para participar en la protesta.
Pero funcionarios rusos y los medios estatales interpretaron las filas a su favor, diciendo que indicaban un mayor interés en la elección.
Esta protesta no pudo haber tenido implicaciones directas para el Kremlin y el resultado de la elección, pero mostró que tal “resistencia silenciosa”, tanto dentro del país como en el extranjero, continuará, dijo Andrei Kolesnikov, investigador principal del Centro Rusia-Eurasia de Carnegie.
“Se ha enviado un mensaje a los manipuladores políticos: ‘Estamos aquí, así es como somos, no nos rendimos, estamos preparados para ser creativos en el uso de ventanas inesperadas (de oportunidad para protestar)'”, dijo Kolesnikov.
MOVIMIENTOS IMPPOPULARES PROBABLEMENTE ESTÁN POR VENIR
En una conferencia de prensa posterior a las elecciones, Putin se mostró relajado, notó Gallyamov, probablemente dándose cuenta de que “ha asegurado su futuro durante al menos los próximos seis años”.
Demostrando su confianza, Putin incluso mencionó a Navalny por su nombre, algo que se había esforzado por no hacer públicamente en años, y reveló que días antes de la muerte de su enemigo, apoyaba la idea de liberarlo de la prisión en un intercambio de prisioneros.
Probablemente habrá un periodo en el que los funcionarios se tomarán un tiempo libre para celebrar la victoria, dijo Gallyamov, pero después de eso, podrían haber movimientos impopulares en camino.
Después de su reelección en 2018, Putin elevó famosamente la edad para que los trabajadores pudieran recibir sus pensiones, una decisión que resultó verdaderamente impopular y provocó protestas.
Se tomaron decisiones antes de la elección de este año “para contener el descontento público”, como prevenir aumentos de precios y no anunciar otra movilización de tropas para Ucrania, pero todo eso podría cambiar ahora, dijo.
Se espera que la represión a la disidencia también persista.
Algunos analistas sugieren que Putin podría poner a prueba aún más la determinación de la OTAN durante su quinto mandato.