Un estudiante ha sido condenado a 10 días de cárcel en Moscú después de cambiar el nombre de su red wi-fi con un lema pro-Kyiv.
El estudiante de la Universidad Estatal de Moscú tituló la red como “¡Slava Ukraini!” que significa “¡Gloria a Ucrania!”.
Un tribunal de Moscú lo encontró culpable de mostrar “símbolos de organizaciones extremistas” el jueves.
Desde el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania, miles han recibido condenas de cárcel o multas por criticar la invasión o apoyar a Ucrania.
El estudiante fue arrestado el miércoles por la mañana en Moscú, después de que un policía informara a las autoridades sobre el nombre de la red.
Según documentos del tribunal, los oficiales inspeccionaron su habitación en la residencia universitaria y encontraron su computadora personal y un router wi-fi.
El tribunal afirmó que había utilizado la red para “promover el lema ‘¡Slava Ukraini!’ a un número ilimitado de usuarios en el alcance wi-fi”. El router ha sido confiscado.
“Slava Ukraini” se ha convertido en un grito de guerra para los simpatizantes de Ucrania y se escucha regularmente coreado durante las protestas contra la invasión a gran escala de Rusia, que inició el 24 de febrero de 2022.
El estudiante fue encontrado culpable de “demostración pública de simbología nazi… o símbolos de organizaciones extremistas”. El presidente ruso Vladimir Putin ha hecho repetidas afirmaciones infundadas sobre un “régimen neonazi” en Ucrania, utilizándolo para justificar su invasión.
El estudiante es el último en una larga lista de rusos comunes que han sido castigados por sus comentarios o acciones sobre la guerra. El mes pasado, cientos de personas fueron detenidas por simplemente colocar flores en memoria del líder opositor Alexei Navalny, quien murió en circunstancias sospechosas en una prisión en el Círculo Ártico.
En Rusia ni siquiera se permite llamar al conflicto una “guerra” – debe ser referido como una “operación militar especial”.
Según Amnistía Internacional, el año pasado más de 21,000 personas fueron blanco de las “leyes represivas” de Rusia utilizadas para “reprimir a activistas anti-guerra”.
El grupo de derechos humanos declaró que se utilizaron “juicios profundamente injustos” para “imponer sentencias de cárcel y fuertes multas para silenciar a los críticos en respuesta al más mínimo disenso”.