El viernes, el jefe de derechos humanos de las Naciones Unidas condenó los planes de Israel de construir más de 3,000 nuevas viviendas en asentamientos en Cisjordania, ocupada, advirtiendo que la expansión de los asentamientos equivale a un crimen de guerra.
El gobierno israelí ha ignorado las críticas de Estados Unidos y otros para seguir adelante con sus planes de construcción, los cuales se dan en medio de tensiones crecientes en Cisjordania desde el ataque de Hamas el 7 de octubre que provocó una guerra total en Gaza.
“Cisjordania ya está en crisis”, dijo el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, “sin embargo, la violencia de los colonos y las violaciones relacionadas con los asentamientos han alcanzado niveles impactantes y corren el riesgo de eliminar cualquier posibilidad práctica de establecer un estado palestino viable”.
Aproximadamente 500,000 israelíes viven en asentamientos en la ocupada Cisjordania, donde el ejército israelí gobierna sobre aproximadamente 2.7 millones de palestinos. Gran parte de la derecha israelí cree que Israel debería controlar Cisjordania de forma perpetua, mientras que los palestinos ven el área como integral para sus aspiraciones de un estado independiente.
Los comentarios de Türk fueron acompañados por un informe publicado por su oficina que dijo que la expansión de los asentamientos y el dramático aumento de la violencia y discriminación contra los palestinos, particularmente desde el 7 de octubre, “han llevado a Cisjordania al borde de la catástrofe”.
La violencia de los colonos ya había alcanzado niveles récord en 2023, con 835 incidentes registrados antes del ataque del 7 de octubre. Desde entonces, la violencia de los colonos ha aumentado drásticamente, según informó la ONU, con otros 603 ataques de colonos reportados.
La ONU informó de nueve palestinos asesinados por colonos que utilizaron armas de fuego y 396 asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes, junto con otras dos muertes palestinas que no pudieron ser atribuidas.
Más de 1,200 pastores palestinos fueron obligados a abandonar sus hogares como resultado directo de la violencia de los colonos y cerca de 600 palestinos, reportó la ONU.
El último plan de Israel de construir 3,476 nuevas viviendas en asentamientos sigue a la construcción de 23,000 viviendas nuevas en los 12 meses que finalizaron en octubre, informó la oficina de derechos humanos de la ONU, representando la tasa de expansión más rápida desde que comenzó el monitoreo en 2017.
La expansión representa una transferencia de la población de Israel a territorio ocupado, lo cual está prohibido por el derecho internacional y equivale a un crimen de guerra, según la ONU.
Las políticas del gobierno actual de Israel parecen estar alineadas en un grado sin precedentes con los objetivos de su movimiento de colonos para expandir el control a largo plazo sobre Cisjordania, incluida Jerusalén Este, e integrar firmemente este territorio ocupado en Israel, dijo la ONU.
Citó el nombramiento de Bezalel Smotrich, ministro de finanzas israelí y colono, como “ministro adicional” en el ministerio de defensa con amplios poderes sobre Cisjordania, incluyendo la designación de tierras, planificación y demoliciones de propiedades. Israel registró 468,000 judíos israelíes en Cisjordania a fines de 2022, señaló el informe y, en mayo de 2023, Smotrich presentó un plan de dos años para atraer a otro medio millón de israelíes a mudarse allí.