Más de 70 niños están desaparecidos tras los recientes ataques yihadistas en la provincia norteña de Cabo Delgado en Mozambique, según las autoridades.
Se separaron de sus familias mientras miles huyeron a una provincia vecina en las últimas semanas.
Existen temores de que algunos de ellos hayan sido secuestrados por los combatientes vinculados al grupo Estado Islámico (EI).
Tropas regionales han estado ayudando a las fuerzas armadas a combatir una insurgencia que involucra a militantes islamistas que comenzó en 2017.
Pero la violencia ha aumentado recientemente y la organización benéfica Médicos Sin Fronteras (MSF) dice que 80,000 personas han sido desplazadas desde enero.
Los niños estaban entre aquellos que huían en las últimas semanas del distrito de Chiúre en Cabo Delgado hacia la provincia de Nampula.
Chiúre, en el sur de Cabo Delgado, ha sido un refugio relativamente seguro para los desplazados en los últimos años, ya que la violencia se reporta principalmente en el norte de la provincia.
La semana pasada, el presidente Filipe Nyusi dijo que los yihadistas habían atacado a propósito Chiúre para secuestrar niños.
Existe la preocupación de que hayan sido colocados en campos de entrenamiento por los militantes, informó el periódico privado “Expresso da Tarde”.
No está claro cuántos civiles han muerto en la reciente violencia en Chiúre, donde el ejército dice que la calma ha sido restablecida.
Los funcionarios dicen que los niños se perdieron en el pánico cuando la gente huía; algunos han sido encontrados desde entonces, pero 72 siguen desaparecidos.
Más del 60% de los desplazados por la nueva ola de ataques yihadistas son niños y 129 escuelas han sido cerradas, según un informe de la ONU.
Es el mayor número de niños desarraigados en un período tan corto, según Save the Children.
“Hay informes repetidos de decapitaciones y secuestros, incluidas múltiples víctimas infantiles. El conflicto ya ha dejado a 540,000 personas desplazadas, con más de la mitad de ellos niños”, dijo la organización benéfica.
La insurgencia en la rica provincia en gas de Cabo Delgado, lanzada por la milicia local al-Shabab vinculada al EI, está ahora en su séptimo año.
Altos niveles de pobreza y disputas sobre el acceso a la tierra y empleos han contribuido a las quejas locales.