La Vicepresidenta de EE. UU. Kamala Harris solicitó un “alto el fuego inmediato” en Gaza en sus declaraciones el 3 de marzo de 2024, pero reiteró que Israel tiene “derecho a defenderse”.
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La Vicepresidenta de EE. UU. Kamala Harris exigió el domingo que el grupo militante palestino Hamas acepte un alto el fuego inmediato de seis semanas mientras instaba con firmeza a Israel a hacer más para incrementar las entregas de ayuda en Gaza, donde dijo que personas inocentes estaban sufriendo una “catástrofe humanitaria”.
En algunos de los comentarios más enérgicos hechos por un alto líder del gobierno de EE. UU. hasta la fecha sobre este tema, Harris presionó al gobierno israelí y detalló formas específicas para que más ayuda pueda fluir hacia el enclave densamente poblado donde cientos de miles de personas enfrentan la hambruna, después de cinco meses de la campaña militar de Israel.
“Dada la inmensa escala de sufrimiento en Gaza, debe haber un alto el fuego inmediato”, dijo Harris en un evento en Selma, Alabama. “Hay un acuerdo sobre la mesa, como hemos dicho, Hamas necesita aceptar ese acuerdo. Logremos un alto el fuego”.
“La gente en Gaza se está muriendo de hambre. Las condiciones son inhumanas y nuestra humanidad común nos obliga a actuar…El gobierno israelí debe hacer más para aumentar significativamente el flujo de ayuda. Sin excusas”, dijo.
Los palestinos sostienen sus contenedores vacíos para ser llenados con alimentos, distribuidos por organizaciones benéficas, detrás de rejas ya que no pueden obtener suministros básicos debido al embargo impuesto por las fuerzas israelíes en Rafah, Gaza, el 25 de febrero de 2024.
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El domingo, una delegación de Hamas llegó a El Cairo para la última ronda de conversaciones de alto el fuego, descrita por muchos como el último obstáculo posible para un acuerdo, pero no estaba claro si se había logrado algún progreso. La versión en línea del periódico israelí Yedioth Ahronoth informó que Israel boicoteó las conversaciones luego de que Hamas rechazó su demanda de una lista completa nombrando a los rehenes que todavía están vivos.
Washington ha insistido en que el acuerdo de alto el fuego está cerca y ha estado presionando para poner en marcha un alto el fuego antes del inicio del Ramadán, que está a una semana de distancia. Un funcionario de EE. UU. dijo el sábado que Israel había aceptado un acuerdo marco.
Un acuerdo traería el primer alto el fuego extendido de la guerra, que ha durado cinco meses hasta ahora con una pausa de una semana en noviembre. Docenas de rehenes retenidos por militantes de Hamas serían liberados a cambio de cientos de detenidos palestinos.
Una fuente familiarizada con las conversaciones dijo el sábado que Israel podría ausentarse de El Cairo a menos que Hamas presentara primero su lista completa de rehenes que aún están vivos. Una fuente palestina dijo a Reuters que hasta ahora Hamas ha rechazado esa demanda.
Después de la llegada de la delegación de Hamas, un oficial palestino dijo a Reuters que el acuerdo todavía no estaba “cerrado”. No hubo comentarios oficiales de Israel.
En negociaciones anteriores, Hamas ha buscado evitar discutir el bienestar de los rehenes individuales hasta después de establecer los términos para su liberación.
En otros movimientos diplomáticos, el miembro del gabinete de guerra israelí Benny Gantz se reunirá con Harris en la Casa Blanca el lunes y con el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en Washington el martes. El enviado de EE. UU., Amos Hochstein, visitará Beirut el lunes para continuar los esfuerzos de desescalamiento del conflicto en la frontera entre Líbano e Israel.
‘Disparos y caos’
La semana pasada, la muerte de más de 100 palestinos que se acercaban a un camión de ayuda en Gaza capturó la grave crisis humanitaria en el enclave densamente poblado, un incidente que Harris recordó durante su discurso.
“Vimos a personas hambrientas y desesperadas acercarse a camiones de ayuda simplemente tratando de asegurar alimentos para sus familias después de semanas prácticamente sin ayuda llegando al norte de Gaza y fueron recibidos con disparos y caos”, dijo Harris.
Israel dijo el domingo que su revisión inicial del incidente encontró que la mayoría de los muertos o heridos habían muerto en una estampida. El portavoz militar Daniel Hagari dijo que las tropas israelíes en el lugar inicialmente dispararon solo disparos de advertencia, aunque más tarde dispararon a algunos “saqueadores” que “se acercaron a nuestras fuerzas y representaron una amenaza inmediata”.
Muatasem Salah, miembro del Comité de Emergencia del Ministerio de Salud en Gaza, dijo a Reuters que la versión israelí fue contradicha por heridas de metralleta.
En sus comentarios, Harris detalló formas específicas en las que el gobierno israelí puede permitir más ayuda en Gaza. “Deben abrir nuevos cruces fronterizos. No deben imponer restricciones innecesarias en la entrega de ayuda. Deben garantizar que el personal humanitario, los sitios y los convoyes no sean atacados, y deben trabajar para restaurar servicios básicos y promover el orden en Gaza, para que más alimentos, agua y combustible puedan llegar a aquellos necesitados”.
Bajo presión en casa y en el extranjero, la administración Biden llevó a cabo el sábado su primer lanzamiento de ayuda en el enclave costero, con un avión de transporte militar de EE. UU. lanzando 38,000 comidas a lo largo de la costa mediterránea de Gaza.
Críticos de los lanzamientos aéreos dicen que tienen un impacto limitado en el sufrimiento y que es casi imposible garantizar que los suministros no terminen en manos de militantes.
Estados Unidos continuará con estos lanzamientos aéreos, dijo Harris y añadió que Washington estaba trabajando en una nueva ruta por mar para enviar también ayuda.
La guerra estalló en octubre después de que los combatientes de Hamas irrumpieron en las ciudades israelíes matando a 1,200 personas y capturando a 253 rehenes, según los recuentos de Israel. Desde entonces, las fuerzas israelíes han matado a más de 30,000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Grandes áreas de la Franja de Gaza han sido arrasadas, casi toda la población ha quedado sin hogar y las Naciones Unidas estiman que una cuarta parte de los gazatíes están al borde de la hambruna.
En una morgue fuera de un hospital en Rafah el domingo por la mañana, las mujeres lloraban y se lamentaban junto a filas de cuerpos de la familia Abu Anza, 14 de los cuales, según las autoridades sanitarias de Gaza, murieron en un ataque aéreo israelí en Rafah durante la noche.
Los más jóvenes de la familia que murieron fueron los gemelos recién nacidos Wesam y Naaem, los primeros hijos de su madre después de 11 años de matrimonio. Nacieron unas semanas después del inicio de la guerra en Gaza.
“Mi corazón se ha ido”, lloró Rania Abu Anza, quien también perdió a su esposo en el ataque. “No he tenido suficiente tiempo con ellos”.