Desde la introducción de la App Store en 2008, Apple la ha administrado de manera similar en 175 países, incluida la comisión del 30 por ciento que ha cobrado por cada aplicación vendida.
La empresa califica el resultado como un milagro económico. La tienda ha generado más de $1 billón en ventas, ha ayudado a crear más de siete millones de empleos y ha entregado a Apple miles de millones de dólares en beneficios anuales.
Pero a medida que la App Store se acerca a su decimosexto aniversario, un conjunto de reglas locales está trastocando la autoridad de Apple sobre ella.
Este jueves, los reguladores de la Unión Europea comenzarán a hacer cumplir la Digital Markets Act, una ley de 2022 que requiere que Apple abra iPhones en el bloque a mercados de aplicaciones competidores y sistemas de pago alternativos para ventas dentro de la aplicación.
Los cambios siguen demandas similares en Corea del Sur y Estados Unidos, donde Apple ha sido obligado a permitir procesadores de pagos alternativos. Concesiones similares se están discutiendo en el Reino Unido, Japón y Australia.
Las reglas están fracturando lo que solía ser una única tienda en una maraña de tiendas digitales a través de las fronteras nacionales. La experiencia uniforme de comprar software en un iPhone ahora difiere, dependiendo de dónde vivan las personas.
“La App Store está siendo completamente fragmentada”, dijo Eric Seufert, quien invierte en creadores de aplicaciones y dirige Mobile Dev Memo, un blog sobre la economía de aplicaciones. “El enfoque para cumplir es bastante similar: ‘Recortemos un poco la comisión’. Pero es una molestia”.
Apple ha trabajado duro para adaptarse al cambiante panorama regulatorio. Un portavoz de Apple dijo que la compañía había pasado meses hablando con la Comisión Europea sobre la Digital Markets Act y había organizado reuniones con desarrolladores mientras desarrollaba planes para cambiar la App Store minimizando los riesgos de malware, fraude y estafas en los iPhones.
Apple dice que su control sobre la App Store es fundamental para la seguridad y calidad de las aplicaciones que distribuye. La empresa no ha renunciado a la comisión del 30 por ciento. Pero con el tiempo, ha hecho algunas concesiones a desarrolladores y reguladores al reducir las comisiones que pagan los desarrolladores de aplicaciones más pequeños y permitir que los desarrolladores enlacen a sus sitios web para cobrar directamente a los usuarios por suscripciones.
Se espera que los cambios afecten las ventas de Apple y reduzcan los beneficios. El año pasado, la App Store generó aproximadamente $24,12 mil millones en ingresos, según Bernstein Research.
Cuando apareció por primera vez la App Store, Steve Jobs, cofundador de Apple, dijo que la tarifa era un “gran trato” porque permitía a todos los desarrolladores, grandes o pequeños, entregar software a cada iPhone. Pero durante años, las tarifas de Apple han sido un punto de frustración para los desarrolladores. Con el tiempo, los reguladores comenzaron a escuchar esas quejas.
En 2019, Spotify presentó una queja contra Apple en Europa, acusándola de prácticas anticompetitivas porque impedía a los servicios de música en streaming anunciarse dónde y cómo los usuarios podían suscribirse a su aplicación. Un año después, Epic Games, el creador de Fortnite, presentó una demanda en el tribunal federal de EE. UU. acusando a Apple de violar las leyes antimonopolio al obligar a los desarrolladores a usar su sistema de pagos.
Las quejas galvanizaron a los desarrolladores de todo el mundo para comenzar a presionar por cambios en la economía de las aplicaciones. En 2021, los legisladores de Corea del Sur fueron de los primeros en responder al aprobar una legislación para obligar a los operadores de tiendas de aplicaciones a permitir sistemas de pago alternativos. Apple flexibilizó su requisito de que los desarrolladores usen su servicio de pago en la aplicación, pero dijo que los desarrolladores que usaban servicios alternativos debían a Apple una comisión del 26 por ciento sobre las ventas.
Los desarrolladores han argumentado que la nueva tasa de comisión es la misma que la tasa del 30 por ciento después de agregar las tarifas de procesamiento de tarjetas de crédito. Sus críticas han resonado con los reguladores de Corea del Sur, quienes dijeron que el plan de Apple socavaba el objetivo de la ley. El regulador de telecomunicaciones del país dijo que podría multar a Apple con $15,4 millones por “prácticas injustas”.
Apple dijo que no estaba de acuerdo con la conclusión de los reguladores de Corea del Sur y que creía que sus cambios cumplían con la ley.
La empresa tomó un enfoque similar en Estados Unidos. Durante la demanda de Epic Games, Tim Cook, director ejecutivo de Apple, dijo que verse obligados a ofrecer sistemas de pago alternativos “sería un lío”.
“Tendríamos que idear otro sistema para facturar a los desarrolladores”, dijo, agregando que Apple todavía cobraría una comisión.
El juez federal en el caso dictaminó en 2021 que Apple debía permitir pagos alternativos en Estados Unidos. Apple ha cumplido en gran medida como lo hizo en Corea del Sur, excepto que dijo que los desarrolladores que usaban alternativas debían una comisión del 27 por ciento.
“Claramente, es solo una fachada”, dijo Colin Kass, abogado de Proskauer Rose especializado en antimonopolio y sin conexión con el caso. “¿Satisface al tribunal? Tal vez.”
Apple dijo que el juez había respaldado su derecho a cobrar una comisión y que su solución cumplía con la petición del juez de permitir compras fuera de la aplicación. Epic dijo que planeaba presentar una moción para impugnar la tarifa del 27 por ciento y pedir al tribunal que intervenga.
En 2022, la Unión Europea aprobó la Digital Markets Act para introducir competencia en la App Store en los iPhones, entre otros cambios. Apple tenía dos años para cumplir.
Los ingenieros de la compañía pasaron miles de horas creando más de 600 nuevas herramientas de software para los desarrolladores. En enero, la compañía presentó esas herramientas y describió tres opciones para los creadores de aplicaciones en la Unión Europea, donde viven aproximadamente 450 millones de personas.
Según el plan de Apple, los desarrolladores podrían mantener el sistema actual de la App Store y pagar hasta un 30 por ciento de comisión sobre las ventas. Podrían reducir su comisión al 17 por ciento al tiempo que agregan un nuevo cargo de 50 céntimos de euro en cada descarga por encima de un millón anualmente. O podrían evitar la comisión de Apple vendiendo a través de una tienda de aplicaciones competidora y aún pagando la tarifa de descarga.
Apple dijo que el plan cumplía con la ley y significaba que el 99 por ciento de los desarrolladores en la Unión Europea reducirían o mantendrían las tarifas que debían.
Pero los creadores de aplicaciones dijeron que el plan violaba el texto y espíritu de la ley. Según las nuevas reglas, se supone que un gigante tecnológico como Apple debería permitir a los desarrolladores vender suscripciones y servicios fuera de sus aplicaciones “sin cargo alguno”, dijo Damien Geradin, un abogado europeo especializado en competencia que asesora a los desarrolladores de aplicaciones. Dijo que la tarifa de 50 céntimos de euro y el 17 por ciento de comisión de Apple infringieron esa parte de la ley.
Los reguladores europeos no se pronunciarán sobre la propuesta de Apple hasta después de la fecha efectiva el jueves. Si abren una investigación formal, podría prepararse una larga batalla legal que podría obligar a Apple a cambiar o arriesgar multas de hasta el 10 por ciento de sus ingresos globales anuales, que fueron casi $400 mil millones el año pasado.
El Sr. Geradin dijo que Apple probablemente no tendría éxito, pero, en el ínterin, seguiría cobrando comisiones.
“Es parte de sus tácticas”, dijo.