Durante el sorteo de la lotería, David Schultze, al igual que muchas otras personas, pensó que no tenía forma de haber ganado. Así que cuando se anunciaron los números el 24 de enero, ni siquiera se molestó en comprobarlos, considerando mentalmente el costo del boleto como el precio de un divertido juego de “qué pasaría si”.
Sin embargo, aproximadamente un mes después, se topó con el boleto nuevamente y pensó “¿por qué no?” y buscó los números ganadores. El primero coincidía, luego el segundo, y cuando llegó al final de los números ganadores, se dio cuenta de que la persona de la que había escuchado que ganó $8.4 millones era él mismo.
El hombre de 68 años “pasó todo el fin de semana en estado de shock”, dijeron funcionarios de la lotería de Oregón, y luego llegó el 25 de febrero a reclamar sus ganancias.
Un jubilado de Milwaukie, Schultze dijo a los funcionarios de la lotería que por lo general no juega, pero cuando vio el premio mayor “acumulándose”, decidió intentarlo. La tienda donde compró el boleto recibirá un bono de $84,000 por venderlo.
En cuanto a las ganancias, Schultze dice que no planea hacer nada especialmente extravagante. La mayor parte del dinero será invertido, afirmó.
Este es un enfoque inteligente. Uno de los mayores errores que cometen los ganadores de lotería es tratar las ganancias como si no fueran reales, gastándolas sin pensar demasiado. Los expertos dicen que lo mejor que puedes hacer si ganas la lotería, ya sea el PowerBall o una ganancia comparativamente menor como la de Schultze, es encontrar un asesor financiero con experiencia que te ayude a administrarlo, junto con un abogado y un experto en impuestos que trabajen juntos para proteger tus ganancias y tu futuro financiero.
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