(Bloomberg) — Corea del Sur hizo un llamado a unos 9,000 médicos en formación que abandonaron sus labores para que regresen al trabajo antes del jueves sin enfrentar represalias, en un intento por poner fin a una protesta que ha llevado a la cancelación de cirugías y a que los pacientes sean rechazados en las salas de emergencia.
Lee Sang-min, Ministro del Interior, dijo el lunes que el gobierno está haciendo su “último llamado” para poner fin a la huelga que ha durado casi una semana en protesta por su plan de aumentar el número de plazas en las escuelas de medicina en 2,000 de las actuales 3,058. La política tiene como objetivo evitar una escasez de médicos que figura como una de las más agudas en el mundo desarrollado, y se espera que empeore a medida que Corea del Sur enfrenta una crisis demográfica con una de las poblaciones que envejecen más rápido en el mundo.
“Si regresan a los hospitales antes del 29 de febrero, el gobierno no los responsabilizará por lo ocurrido”, dijo Lee en una reunión gubernamental. La administración del presidente Yoon Suk Yeol ha estado preparándose para arrestar, procesar y posiblemente suspender las licencias de los médicos por organizar una acción laboral que argumenta va en contra de la ley.
Los grupos laborales que respaldan a los médicos argumentan que el plan de aumentar las inscripciones no resolverá los problemas fundamentales del sistema de salud, que incluyen la falta de especialistas en ciertos campos, las malas condiciones laborales, la alta concentración de médicos en áreas urbanas y la falta de protección contra demandas por negligencia.
Los críticos dicen que los médicos pueden estar más preocupados por ver caer sus ingresos si enfrentan más competencia. Los médicos surcoreanos tienen uno de los salarios más altos en el mundo desarrollado en comparación con el trabajador promedio, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Ambas partes parecen estar firmando sus posiciones a medida que la acción laboral entra en su segunda semana. Corea del Sur ha elevado su alerta de salud al nivel más alto a medida que los principales grupos hospitalarios informaron interrupciones en el servicio y el gobierno se prepara para una huelga prolongada.
Un total de 9,006 de aproximadamente 13,000 médicos en formación en el país no se han presentado a trabajar, dijo el lunes el Ministerio de Salud y Bienestar. Se espera que la acción laboral crezca con cientos de nuevos graduados de escuelas de medicina que se niegan a aceptar posiciones de internado, informó la agencia de noticias Yonhap.
Este fin de semana, el gobierno de Yoon dijo que no tiene planes de reducir el número de plazas adicionales en las escuelas de medicina, calificando su propuesta como esencial para contar con más médicos en más lugares.
La calificación de aprobación de Yoon ha subido a su nivel más alto en tres meses, según una encuesta semanal de Gallup Korea publicada el viernes, ya que su postura firme ante los médicos en huelga gana apoyo entre los votantes frustrados por las interrupciones en el sistema de salud.
Aproximadamente tres cuartas partes del público apoyan el movimiento del gobierno para aumentar las inscripciones en las escuelas de medicina, según Gallup.
El gobierno ha abierto salas de emergencia en 12 hospitales militares en todo el país al público, ya que algunos hospitales han estado tratando de desviar a posibles pacientes de sus instalaciones de emergencia debido a la escasez de personal. También ha implementado la telemedicina a nivel nacional.
–Con la asistencia de Seyoon Kim y Heejin Kim.
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