MILÁN, Italia (AP) – La región norte de Italia, Lombardía, impuso severas medidas antismog en Milán y ocho provincias circundantes el martes para combatir un período particularmente malo de contaminación del aire.
Las medidas prohíben que los vehículos pesados operen durante el día e imponen límites a las actividades de calefacción y agricultura industrial en las nueve provincias.
La falta de lluvia y viento ha exacerbado los niveles de contaminación del aire en Italia, particularmente en el valle del río Po, en su mayoría tierra adentro e industrial. Partes de la península italiana a menudo sufren períodos de mala calidad del aire en invierno, gracias a una combinación de baja precipitación, emisiones industriales y vehiculares y cordilleras que atrapan el smog.
Al anunciar las restricciones, el gobierno regional citó niveles de material particulado por encima de los niveles aceptados y pronósticos del tiempo que indican que el smog no se disipará en el corto plazo.
El grupo ecologista italiano Citizens for Air dijo que la situación es grave y requiere medidas estrictas para limitar la contaminación vehicular, de calefacción y agrícola.
“Los umbrales actuales de contaminación son completamente insatisfactorios para proteger nuestra salud, eso es lo que dice la Organización Mundial de la Salud”, dijo Anna Gerometta, jefa de la campaña Citizens for Air de Italia.
Recientemente, el gobierno italiano aprobó un decreto para permitir que varias regiones del norte de Italia, entre las más contaminadas del país, pospusieran la prohibición de coches diésel argumentando que los consumidores y las empresas no podían hacer la transición tan rápidamente a coches de baja emisión o de cero emisión.
Al imponer las medidas antismog el martes, los funcionarios de Lombardía insistieron, no obstante, en que la situación en general estaba mejorando sobre la base de datos anuales.
El asesor de Lombardía para el medio ambiente y el clima, Giorgio Maione, dijo que los niveles de material particulado habían disminuido en 20 años y que las inversiones en renovaciones de energía sostenible en los últimos cinco años ascendieron a 19 mil millones de euros.