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Las autoridades rusas se han negado a decirle a la familia de Alexei Navalny la causa probable de su muerte o el paradero de su cuerpo, lo que el equipo del difunto activista de oposición afirma que es un encubrimiento orquestado por el Kremlin.
La madre de Navalny, Lyudmila, y los abogados de la familia han pasado los últimos tres días en una remota parte del norte de Rusia tratando de recuperar su cuerpo y establecer una causa de muerte después de que la muerte del activista en prisión fuera anunciada el viernes.
Pero el lunes, los investigadores rusos les dijeron que la investigación sobre la muerte de Navalny se había extendido por un período indefinido de tiempo, mientras el personal de la morgue no confirmaba si tenían su cuerpo.
“Están mintiendo, ganando tiempo para ellos mismos, y ni siquiera lo ocultan”, escribió Kira Yarmysh, portavoz de la familia de Navalny, en redes sociales.
El secretismo que rodea la muerte de Navalny en la colonia de máxima seguridad IK-3 en Kharp, una ciudad pequeña en el Círculo Ártico, ha llevado a sus aliados a creer que probablemente fue asesinado por órdenes del presidente Vladimir Putin.
Los estados miembros de la UE se espera que busquen nuevas sanciones contra Moscú por la muerte de Navalny, dijo el principal diplomático de la unión el lunes.
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