El 17 de febrero, el comandante de la Fuerza Aérea Mykola Oleshchuk informó que el ejército de Ucrania derribó dos aviones de combate rusos Su-34 y otro avión de combate ruso Su-35.
La destrucción de los aviones es lo último en un aumento reciente de aviones rusos derribados, incluyendo un avión de observación militar Beriev A-50 en enero, que al parecer costó $330 millones de producir.
Los tres aviones de combate fueron derribados en el este de Ucrania en la mañana del 17 de febrero, dijo Oleshchuk en Telegram.
El Sukhoi Su-35 es un avión monoplaza, y el Su-34 es biplaza.
Más tarde, el comandante dijo que según conversaciones interceptadas del ejército ruso, se encontró a un piloto después del derribo, mientras que el paradero de los otros cuatro aún se estaba estableciendo.
Oleshchuk publicó una captura de pantalla de una publicación en un canal de propaganda rusa en Telegram, que afirmaba que solo se perdió un avión, un Su-35, y que los demás aviones regresaron con éxito a sus bases, lo cual contradice las conversaciones interceptadas.
Rusia ha perdido más de 330 aviones desde el comienzo de la invasión a gran escala el 24 de febrero de 2022, informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania el 17 de febrero.
Hay indicios de que el aumento de pérdidas de aeronaves ha llevado a Rusia a cambiar su estrategia aérea, reduciendo el número de salidas realizadas por la Fuerza Aérea de Rusia, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) en diciembre de 2023.
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