Israel ha llevado a cabo ataques encubiertos a dos importantes gasoductos en Irán esta semana, interrumpiendo el flujo de gas y gas de cocina a provincias con millones de personas, según dos funcionarios occidentales y un estratega militar afiliado al cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Los ataques representan un cambio notable en la guerra solapada que Israel e Irán han estado librando por aire, tierra, mar y ciberataques durante años, según funcionarios y analistas. Los ataques afectaron las provincias de Fars y Chahar Mahal Bakhtiari el miércoles. Sin embargo, la interrupción en el servicio se extendió a hogares residenciales, edificios gubernamentales y grandes fábricas en al menos cinco provincias de Irán, según funcionarios iraníes e informes de medios locales.
Los gasoductos llevan gas desde el sur a ciudades importantes como Teherán e Isfahán. Uno de los gasoductos llega hasta Astara, una ciudad cerca de la frontera norte de Irán con Azerbaiyán. Los expertos estimaron que los ataques a los gasoductos, que tienen aproximadamente 1,200 kilómetros de largo y transportan 2 mil millones de pies cúbicos de gas natural por día, eliminaron aproximadamente el 15 por ciento de la producción diaria de gas natural de Irán.
El viernes, el ministro del petróleo, Javad Owji, dijo que los equipos técnicos del ministerio habían trabajado las veinticuatro horas para reparar el daño, y que la interrupción había sido mínima y el servicio restaurado. Sin embargo, su evaluación difería de los comentarios de gobernadores locales y funcionarios de la compañía nacional de gas de Irán, que habían descrito cortes generalizados del servicio en cinco provincias, obligando al cierre de edificios gubernamentales. En las redes sociales, expertos en energía iraníes aconsejaron a las personas en las áreas afectadas, donde en algunos lugares las temperaturas bajaron a cero grados, a abrigarse bien.